Ford Maverick híbrida: En nombre del ahorro
Hay menos poder y confort, pero esta camioneta tiene otras virtudes
Los seis meses que pasamos con la Ford Maverick Tremor nos hicieron enamorarnos de su manejo, potencia, magnífico armado y muy buen nivel de equipamiento, pero a la hora de llenar el tanque era necesario recordar que las virtudes no son gratis. Ahora que su lugar será ocupado por la versión híbrida de la misma pickup, las cosas son distintas.
Por fuera la diferencia de la híbrida para las demás es un simple logotipo del lado izquierdo de la tapa de la caja. Comparada a la Tremor, los rines de la híbrida son de 18 pulgadas vs unos de 17. Esto baja el perfil de los neumáticos en la híbrida, mejorando la estética a cambio de un rodado más duro. Esto será del agrado de los que están más acostumbrados a las camionetas con batea. La Maverick híbrida se siente más como pickup que la Tremor, que es una especie de SUV con caja de carga, pero también presenta ruidos interiores que en su hermana diseñada para todoterreno, brillaban por su ausencia.
Por fuera nos gusta el diseño discreto, elegante. Y ese color que la marca llama “azul atlas” se ve muy bien. En su interior los asientos están forrados de piel sintética bi-tono, que le dan un toque más sofisticado por el contraste del gris con el color caramelo que se observa en él. Todo lo demás, hablando de equipo y espacio, es similar.
Manejo y consumo
Bueno, en la parte trasera, al plegar hacia arriba la base del asiento, hay un poco menos de espacio en la híbrida que en las demás, pero sentarse ahí es tener un espacio razonable para piernas y bueno para la cabeza y hombros. La espalda estará cómoda por la buena inclinación del asiento. La caja de carga es la misma Flexbed, con su “bedliner”, varias soluciones de almacenamiento y la posibilidad de poner accesorios.
El motor tiene cuatro cilindros, 2.5 litros, con 191 caballos y 155 libras-pie de torque, incluyendo la fuerza que llega del motor eléctrico. Por supuesto que la capacidad de aceleración no es la misma que la de la máquina turbo con 250 HP, pero el que juega el juego de los híbridos no está buscando acelerar antes que los demás ni vencerlos en una larga recta, más bien se pone -o al menos esto nos pasa cuando manejamos híbridos- a ver cuál es la forma más eficiente de conducir, para obtener el mejor rendimiento posible.
En la primera prueba de consumo que hicimos, la Maverick híbrida logró rodar 14.2 kilómetros con cada litro de gasolina, lo que es excelente para un vehículo de 1,666 kilogramos de peso y ninguna preocupación con la aerodinámica, o no sería una pickup. Claro, esto se logra en ciudad y con un manejo controlado, buscando ahorrar. Si se quiere aceleraciones más fuertes o si se conduce en carretera, donde el motor de gasolina funciona por mucho más tiempo que el eléctrico, seguramente su consumo será mayor.
Sí, la versión híbrida de la Maverick no es tan cómoda ni tan rápida como la Tremor que, por supuesto, extrañamos, pero cuando recordamos su consumo de 5.1 km/litro vs los 14.2 de la híbrida, se nos quita.