Cuando un auto se detiene inesperadamente, una de las primeras reacciones es empujarlo para colocarlo en un sitio seguro y, posteriormente, revisar qué causó la falla. Sin embargo, en la Ciudad de México, esta acción está regulada y, en muchos casos, puede acarrear una sanción económica.De acuerdo con el Artículo 12 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, empujar o remolcar un automóvil sin cumplir con las condiciones establecidas está prohibido. Las únicas excepciones en las que esta acción está permitida son:Por otro lado, está estrictamente prohibido que vehículos de transporte público, en cualquiera de sus modalidades, sean empujados o remolcados por medios distintos a una grúa.Fuera de las situaciones descritas, empujar un auto podría considerarse una infracción por "uso indebido de la vía pública". Las multas oscilan entre 10 y 20 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), lo que equivale a un monto que va desde 484.11 hasta 2 mil 171.40 pesos. Además, esta falta implica la pérdida de tres puntos en la licencia de conducir.Si empujar un automóvil resulta en una infracción, será necesario cubrir no solo el costo de la multa, sino también el servicio de grúa requerido para mover el vehículo. Según la Secretaría de Administración y Finanzas, el costo del arrastre depende del peso del automóvil:Diversos factores pueden provocar que un automóvil se quede parado en plena vía pública. Algunas de las causas más frecuentes incluyen:Ante cualquier falla mecánica o eléctrica, lo más recomendable es recurrir a una grúa para mover el vehículo de forma segura y evitar multas. Además, es importante realizar un mantenimiento preventivo a tu auto para reducir las probabilidades de que se detenga en plena circulación. Conocer el reglamento y respetarlo puede ahorrarte tiempo, dinero y complicaciones legales.BB