Gracias a las vacunas contra el COVID-19, la pandemia en América Latina ha bajado de un nivel de emergencia a un nivel de control, enfatiza la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con distintos análisis, la tecnología principal de estos biológicos, que se llama ARN mensajero, fue la principal apuesta para enfrentar la pandemia mundial. Su éxito abre la puerta a una esperanza en la lucha contra el cáncer.La tecnología opera directamente en función del ácido ribonucleico mensajero, molécula que lleva las instrucciones de una célula para elaborar proteínas, a diferencia de las vacunas tradicionales utilizadas hasta hoy en día. Esta nueva metodología no se creó de cero durante esta pandemia.Desde hace varios años se ha investigado este tipo de tecnología y se ha buscado su aplicación en vacunas, pero en un propósito diferente. Las investigaciones más recientes estaban dirigidas contra algunos tipos de cáncer.Los trabajos de investigación de Pfizer-BioNTech y Moderna retomaron los estudios previos en la investigación contra el cáncer. Fue así que se logró desarrollar en poco tiempo una vacuna eficaz contra el COVID-19. Ahora este desarrollo tecnológico y científico permite iniciar nuevas líneas de investigación para tratar algunas variantes de cáncer.Según refiere el director del Centro de Vacunas Personalizadas contra el Cáncer en el Instituto Oncológico Dana-Faber, Patrick Ott, “hay mucho entusiasmo por el ARN mensajero en estos momentos”. Pues los estudios en esta materia han aventajado la investigación contra el cáncer, según refiere el portal web del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.Actualmente las vacunas se están probando en estudios clínicos, en personas con cáncer de páncreas, cáncer colorrectal y melanoma. En algunos casos las vacunas se combinan con medicamentos y esto ha logrado una mejor respuesta inmunitaria en algunos tumores.Hasta este momento, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos no ha aprobado ninguna vacuna contra el cáncer y contra otro tipo de enfermedades.México no está preparado presupuestalmente para afrontar una nueva pandemia como la de COVID-19, sobre todo porque no ha priorizado invertir en salud, según el documento “Gasto en salud y objetivos de desarrollo sostenible (ODS)” presentado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).“México no está preparado en términos de finanzas públicas para afrontar otra pandemia como la de COVID-19”, señaló Judith Méndez, coordinadora de salud y finanzas públicas del CIEP.La especialista explicó que entre las razones por las que el país no sería capaz de afrontar una nueva crisis sanitaria es que, pese a los más de siete millones de contagios y las 330 mil muertes, la quinta cifra más alta del mundo, no se prioriza la salud pública.El CIEP analizó la forma en la que se ejercieron los recursos del sector salud durante la pandemia, bajo la perspectiva de los ODS de la ONU, y encontró que, a pesar del tamaño de la economía, México presentó un retroceso en la mayoría de los indicadores ligados a ODS.Alejandra Macías, directora de investigación del CIEP, recordó que la brecha presupuestaria en México es de más de tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB).“Y necesitamos por lo menos el doble para mejorar el sistema de salud”, advirtió.Citó que, a nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido que cada país debería destinar 6% de su PIB a su sistema público de salud. Sin embargo, entre 2010 y 2022, México sólo ha destinado entre 2.5% y 2.9% de su PIB anual, esto es menos de la mitad de la sugerencia internacional.En ese sentido, Alejandra Llanos, investigadora del CIEP, precisó que esta brecha limitó la respuesta de México a la pandemia.“En 2020 los retos de la pandemia no se reflejaron en mayores recursos. En ese año el presupuesto sólo incrementó una décima parte de lo que se requería para afrontar la pandemia”, apuntó.Detalló que durante la pandemia el gasto en salud presentó un aumento de 3.4% respecto al monto ejercido en 2019 y a una décima parte de lo que se habría requerido para dar respuesta a la pandemia.La experta precisó que en todas las instituciones públicas de salud se priorizaron cosas como aportaciones a fideicomisos, servicios personales y subcontratación de servicios, en lugar de comprar más medicamentos y atender a pacientes con enfermedades crónicas como cáncer, diabetes e hipertensión. Voz del expertoAlejandro Macías, médico internista e infectólogoA propósito de que la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) informó a las aerolíneas que el uso de los cubrebocas en los vuelos ya será una medida opcional tanto para pasajeros como para los tripulantes, puesto que se considera que las terminales aéreas son espacios amplios y suficientemente ventilados, mientras que las aeronaves utilizan un sistema de filtración de alta eficiencia (HEPA) que elimina el 99.9% de macropartículas como bacterias y virus, EL INFORMADOR conversó con el médico internista e infectólogo, Alejandro Macías sobre esta decisión de las autoridades correspondientes.“La pandemia no ha terminado, va a tener subidas y bajadas; desde luego que ya podemos ver con optimismo que hemos dejado lo peor. Sin embargo, mientras no termine en todo el mundo, no va a terminar en México. Y es verdad que en este momento hay muy pocos casos y el riesgo es bajo, sin embargo, hay que recordar que en breve entraremos ya en una situación estacional, también con los virus de influenza. Entonces, lo que nos sirve para COVID-19, nos sirve para influenza”, pero resalta que aun así hay que seguir teniendo precauciones.Sobre la información que ha comenzado a circular en redes sociales en cuanto a las variantes “Pentágono”, acota: “Las variantes llamadas ‘Pentágono’, porque son varias, se llaman así porque tienen en general varias mutaciones, alrededor de cinco que las distinguen de los virus anteriores como las otras variantes de Ómicron. Alguna de éstas probablemente va a sustituir al virus que predomina actualmente, el cual es Ómicron BA.5, pero mientras no tengamos un nuevo virus que sea capaz de sustituirlo, pues no tendremos un nuevo pico, pero en buena parte del mundo ya se ha visto que esa variante BA.5 está siendo sustituida por alguna de las variantes que se conocen como del grupo ‘Pentágono’ y probablemente eso también va a ocurrir en México”. Las acciones de Moderna, la empresa de biotecnología estadounidense, subieron un 16% ayer luego del anuncio de que en conjunto con Merck desarrollará y venderá una vacuna personalizada de ARN mensajero contra el cáncer.En el inicio de las operaciones de ayer las acciones de NASDAQ:MRNA reportaron un aumento. A las 9:40 hora local, en Wall Srtreet el índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a las principales tecnológicas, era el que más ascendía, con un 0.38% o 39.69 unidades, hasta 10.465 enteros. La vacuna de Moderna, basada en su tecnología de ARN mensajero, se estudia en combinación con Keytruda, de Merck, para tratar a pacientes con melanoma de alto riesgo, la forma más letal de cáncer de piel, en un ensayo de fase 2.La compañía de biotecnología ha estado bajo una presión creciente para demostrar cómo su tecnología de ARN mensajero puede implementarse contra otras enfermedades.Ambas empresas, que prevén dar datos del estudio en el cuarto trimestre de este año, firmaron originalmente un acuerdo en 2016, pero Merck ahora está ejerciendo su opción a través de un pago de 250 millones a Moderna.Merck colaborará en el desarrollo y comercialización del producto. Las empresas compartirán todos los costos y ganancias por igual.El Universal En las últimas tres décadas, los investigadores han desarrollado métodos de crear formas estables de ARN mensajero en el laboratorio y a administrar estas moléculas al cuerpo mediante vacunas. Una vez dentro del cuerpo, el ARN mensajero enseña a las células que absorben la vacuna a producir proteínas que estimulan una respuesta inmunitaria contra estas proteínas cuando aparecen en virus intactos o en células tumorales.Las célula dendrítica, que actúan como vigilantes del sistema inmunitario, son el tipo de células que podrían absorber el ARN mensajero de una vacuna. Después de absorber y traducir el ARN mensajero, las células dendríticas presentan las proteínas que producen, llamadas antígenos, a células inmunitarias como las células T, que inician la respuesta inmunitaria. El ARN mensajero en las vacunas contra el coronavirus que fabrican Pfizer-BioNTech y Moderna enseña a las células a producir una versión de la proteína de la espícula que está en la superficie del SARS-CoV-2. De acuerdo con Investing.com, las acciones de Moderna también subieron un 13.6% ante la expectativa de una oleada de compras de su vacuna de refuerzo COVID-19 tras el fuerte aumento del número de casos en Europa y Estados Unidos a principios de otoño.Moderna espera 21 mil millones en ventas de vacunas COVID este año a medida que lanza nuevas vacunas de refuerzo dirigidas a la variante Ómicron. CT