Se dice que corría el año de 2007 cuando en la esquina de Av. México y calle Nelson, en el Fraccionamiento Terranova, abrió por primera vez sus puertas y con gran éxito sirvió durante 12 años a sus asiduos comensales. Y es que Tintoretto tiene un imán, una vez que estás ahí y pruebas las delicias que prepara el chef Jesús Gutiérrez Kabande causan adicción y hacen que quieras volver a disfrutar los singulares sabores que ofrece.Ahora han abierto nuevamente sus puertas en la Plaza Punto Sao Paulo, donde antes estaba Cinemex, con un local muy bien montado con un desnivel pequeño que le da movimiento al salón y mucha vegetación, digamos que tiene clase pues y al que en breve añadirán una gran terraza en la parte alta.Tuve la oportunidad de asistir a la prueba de menú, en los que, en compañía de una buena mesa llena de amigos, compartimos grandes platones con estas deliciosas viandas que llegaban y llegaban y entre lo que destaca estos tres platillos que hoy les comento.Carnitas de pato $270 con una presentación muy chic, dentro de una pequeña cazuelita color rojo, viene este excelso platillo. Y es que ya les he comentado otras veces de esta preparación que hay en otros lugares, pero ésta se llevan el galardón Gastrónomo Callejero a las carnitas de pato. Llenas de sabor, llenas de textura que les da el acabado en la plancha, después de haber sido confitado por largo tiempo. La acompañan con una acertada salsa de tomatillo de bajo picor y unas buenas tortillas para taquear. Pide una y no compartas, sé lo que te digo.No podían faltar los famosos chiles güeros rellenos de camaron $240 creo que éstos pusieron en el top of mind al restaurante en muchos comensales desde aquellos tiempos. Están envueltos en tocino muy doradito que hasta forman costras de esas que truenan al morder, muy bien cocinado y en su interior los rellenan de queso con camarones en trocitos. Hasta aquí todo parece normal pero, lo que los hace únicos es una salsa a base de soya, jengibre y aceite de ajonjolí (y alguno que otro secreto más seguramente) que da una explosión de sabores y texturas únicas en un solo platillo.Otro de los platillos tradicionales de este restaurante es el chamorro adobado de $350 digno de detener el tiempo de contemplarlo, saborearlo y comprometerse con él. Llega en un tazón de hierro, con su caldo de cocción, que denota horas y horas bajo un fuego controlado. Para obtener esa textura que resbala el tenedor al querer partirlo, suave y tierno a la vez, coronado con cebolla encurtida que le va muy bien al preparar unos buenos tacos, con esas salsas que ofrecen con diferentes picores para que le entres con ganas y olvides hasta con quien vas.No dejen de probar el puré trufado que es espectacular, si eres de los que le entra al puré.¡Sé feliz!
