Combate el Síndrome de La Cabaña
Los días de confinamiento pueden provocar ansiedad y estrés para regresar a la vida fuera de casa
La pandemia ha provocado daños colaterales en las distintas áreas en las que la sociedad se mueve, tanto de manera general como en lo particular. Si bien permanecer en confinamiento causaba estrés, ansiedad y hasta depresión, también acostumbrarse al aislamiento genera otras sensaciones similares como angustia y sentido de alerta y peligro cuando se da la posibilidad de salir de casa para hacer las actividades indispensables y necesarias, a esto se le llama Síndrome de La Cabaña.
La psicóloga Circe Montes de Oca, coach de apoyo psicoemocional en Pronokal México, habla sobre este tema y brinda consejos sobre cómo hacerle frente. “Estamos prácticamente a cuatro meses de haber iniciado el confinamiento voluntario en casa y todo este conjunto de emociones generan en algunas sensaciones de ansiedad, aburrimiento, enojo y miedo por este riesgo en la salud, que además no se dan en lo individual, se dan en conjunto y que a veces no sabemos distinguir cómo nos sentimos”.
Destaca además que las emociones generadas de esta contingencia también dependen de la situación y el contexto en los que cada quien ha vivido estos meses. “No es igual para quienes han podido mantener un trabajo estable y en casa, que para aquellos que lo han perdido y están en la inestabilidad económica; hasta cuestiones más humanamente lamentables, como la pérdida de una persona o vivir en carne propia la enfermedad (COVID-19). Y aquí sale en particular el tema que nos toca hoy que es el Síndrome de La Cabaña, que es algo de lo que se está hablando mucho por el contexto en el que estamos”.
Recuerda Circe que al inicio de la pandemia, había personas que sí vivían la ansiedad y el enojo de este suceso por el que pasamos todos, pero que después se fueron habituando y encontrando en su casa —que es el símbolo de la cabaña— ese refugio seguro, una forma de mantenerse a salvo, y hoy que se comienza con la dinámica del semáforo para tratar de volver a una cotidianeidad limitada de momento, a estos individuos les estás costando adaptarse.
“Hay personas que tienen miedo e inseguridad, pero van y salen, se reincorporan a su trabajo y a las cosas que tienen que hacer, pero hay otro grupo de personas que no les está siendo fácil, que están en casa no queriendo salir, con un miedo y una ansiedad que no pueden controlar y que los lleva a tener que estar evitando las salidas y esto les va a traer una consecuencia a mediano y largo plazo en términos personales y laborales”.
Las excusas que pueden desarrollar pueden ser con relación a sentirse mal físicamente y no es que estén mintiendo, anota la psicóloga, “pueden empezar a tener estos síntomas de enfermedad como una manera de evitar exponerse (en el exterior)”.
¿Cómo mediar esta situación por la que pueden estar pasando estas personas? Circe cuenta que hay varios consejos que pueden poner en práctica, “la gente que logre identificarse, que no asuma que algo pasa dentro de ella que está mal, no es un trastorno psicológico, es una medida muy normal de adaptación porque no se conocen en ello las habilidades que se requieren para hacerlo, como el otro que con todo y ansiedad y miedo está afuera”.
Circe recomienda para las personas que les es difícil salir de su casa, programar salidas graduales en distancia y en tiempo, como salir 10 minutos a caminar alrededor de la cuadra y a los siguientes dos días caminar tres cuadras más lejos, de tal manera que se genere confianza y que así disminuya la ansiedad. Recalca que mucha gente busca poner manos a la obra hasta no sentir estrés o ansiedad, pero esto puede suceder o no, mejor afrontar la situación de poco a poco.
Estas salidas también se pueden asociar con actividades que nos gusten, claro, con todas las medidas de higiene y distanciamiento necesarias.
Tómalo en cuenta
Los síntomas físicos que pueden tener las personas que desarrollan el Síndrome de La Cabaña son asociados con los de la ansiedad: sudoración en las manos, temperatura periférica (manos y pies fríos), palpitaciones en el pecho, tensión muscular y dificultad para respirar. “Y aquí es algo bien interesante, estos síntomas que son por la ansiedad, son meramente emocionales, pero estas personas los pueden asociar (con los de COVID-19)”.
También a nivel cognitivo los individuos pueden tener pensamientos catastróficos. Si no pueden resolver estos problemas con los consejos que recomienda la especialista, ella misma recomienda entonces acudir con un psicólogo cognitivo conductual.
JL