Suplementos | Se vale del videoperiodismo para, ella y su cámara, abordar distintos temas sociales Yezmín Ali Modad, construye sus historias Se vale del videoperiodismo para, ella y su cámara, abordar distintos temas sociales que sólo consigue en la calle Por: EL INFORMADOR 5 de enero de 2014 - 02:25 hs Talento. Yezmín Ali Modad encontró en el periodismo la posibilidad de abordar distintas causas sociales de su interés. ESPECIAL / GUADALAJARA, JALISCO (05/ENE/2014).- Yezmín Ali Modad Ramírez tenía pena por aparecer en la televisión, pero ahora su vitrina luce con cinco premios Emmy, el máximo reconocimiento que una producción televisiva pueda recibir por parte de la Academia Nacional de Televisión, Artes y Ciencias. Las estatuillas llegaron a Yezmín por su labor periodística en la pantalla chica estadounidense. Nacida en la colonia Camino Real de Zapopan, Jalisco, el nombre de esta mujer de 36 años de edad figura entre los videoperiodistas más reconocidos en Estados Unidos; en México, es más bien desconocida en los medios de comunicación locales. Yezmín asegura que jamás se visualizó como periodista, profesión con la que actualmente da voz a las personas que padecen injusticias, catástrofes y tragedias, pero principalmente, brinda una ventana de expresión a quienes sufren carencias en las comunidades hispanas. Yezmín Ali Modad (abril de 1977) habla del periodismo como una forma de servir a la sociedad, tema en el que encontró la razón de su vocación luego de iniciarse en la televisión por azares del destino, la casualidad y gracias a que una mujer embarazada rechazó la oferta de incluirse en un nuevo proyecto que una televisora mexicana instaló en la comunidad de Wichita, Kansas, allá por el año 2004. La zapopana adjudica su entrada al mundo del periodismo gracias a un golpe de suerte y a su valentía por apostarle a un proyecto en el que —de primer momento y hasta la fecha— tendría que realizar el trabajo de dos o tres personas al mismo tiempo y sin la ayuda de nadie, ni nada más que con su virtud para encontrar las historias correctas. Con tan sólo 26 años de edad, Yezmín comenzó como reportera, productora y presentadora para un noticiero de media hora de transmisión en vivo para la comunidad de Wichita, donde sus 500 mil habitantes vieron cómo esta mexicana daba impulso a una carrera que ahora la sitúa como colaboradora para la cadena Telemundo de Dallas, Texas, desde hace siete años. “Cuando empiezas como reportero y tienes que hacer una nota, no sabes ni a lo que vas y al entrevistado le preguntas de lo que se te ocurre, ya ahorita salgo y sé que tengo que hacer un trabajo específico de dos minutos”, expresa la experimentada periodista que antes de instalarse en Dallas se integró primero a Telemundo de Phoenix, Arizona, a la par de capacitarse en diversos cursos online por parte del Centro Internacional para Periodistas. En solitario En Estados Unidos, Yezmín es conocida con el apellido Thomas, nombre de la familia que su esposo estadounidense le brindó al casarse y decidir regresar a la Unión Americana para estudiar la maestría en Producción de Televisión y Medios Masivos en la Universidad Central de Missouri, tras egresar de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Ya son 10 años los que Yezmín ha dedicado ininterrumpidamente al sendero periodístico en donde el autoaprendizaje fue su arma maestra para sobresalir y demostrar que la autonomía puede dar frutos enormes. Antes de ganar su primer Emmy en 2011, Yezmín estuvo nominada en cinco ocasiones antes de que su reportaje “Niñas boxeadoras” la metiera de lleno al cometido certamen en que, en 2013, sumó cuatro estatuillas a su trayectoria por los trabajos: “Tragedia en la autopista George Bush Turnpike”, “Elecciones en México de 2012”, “Tornados en el norte de Texas” y el “El duelo del migrante”, de un total de seis nominaciones. El caso de Yezmín es tan sólo la punta de un iceberg multimedia que encamina el futuro del periodismo, pues la mexicana graba, edita, escribe y presenta sus historias por sí sola. Su contacto con los temas sociales fue directo, siendo una marcha hispana en Whicita en contra de la aprobación de la reforma migratoria de Estados Unidos su primera cobertura, y sorpresa, al toparse con un contingente de cuatro mil latinos reunidos por una misma causa. En este momento, la mexicana se identificó con las necesidades que sus compatriotas padecían en piso estadounidense. Es precisamente la índole social en donde Yezmín se especializó al convertirse en la traductora de aquellas personas desamparadas que, sin dudarlo, le comparten sus más íntimas historias sin esperar nada a cambio. “Lo que me gusta del periodismo es estar en la calle, hablar con la gente, ver cómo responden las autoridades, vivir la noticia, para mí eso ha sido lo más gratificante de esta profesión”, explica la videoperiodista al añadir que pese a los comentarios que la animan a convertirse en presentadora de noticias para tener una fama mayúscula, ella ha optado por alejarse de las oficinas para no perder el contacto con el panorama urbano. “Esa emoción de las marchas, de las tragedias y todo lo que implica la noticia, no te lo da un escritorio ni una computadora”, expresa Yezmín, que en cada una de sus nominaciones a los Emmy ha compartido categoría junto a televisoras en inglés y reportajes realizados por equipos de trabajo que en conjunto realizan el trabajo que la mexicana realiza de manera totalmente individual. Sin miedo Pese a que inició su andar periodístico en solitario, Yezmín argumenta que el miedo jamás la invadió para frenarla en un país ajeno a sus raíces y adentrarse a los suburbios más peligrosos en busca de historias, aunque reconoce que los temas relacionados al narcotráfico y el lavado de dinero son aristas en los que su profundidad de investigación se ha visto limitada por seguridad personal y familiar. No obstante, entre risas, la zapopana recuerda incidentes que no han pasado de amenazas y habladurías por parte de entrevistados que han intentado intimidarla con demandas cuando revela casos turbios, a lo que Yezmín responde: “Como periodista, conozco hasta dónde puedo ir y decir con toda la seguridad para saber qué no habrá repercusiones legales en mi contra”. Aunque el regresar a México no es un plan cercano, Yezmín Ali Modad señala que su futuro se encamina en la realización de reportajes más especializados con una transición que ya está en curso para despegar de la nota del día. Experiencia de apoyo Aunque convertirse en periodista nunca fue su sueño, la cercanía con los medios de comunicación le viene desde siempre, pues las jornadas de trabajo junto a su padre, el reconocido conductor del tapatío programa “Teleclub de viajes”, Nadim Ali Modad, le mostraron el panorama de la producción y la televisión desde una tercera perspectiva. Pese a que Yezmín ayudaba a su padre de manera paralela, la ahora periodista señala que el abrirse paso por cuenta propia fue una decisión determinante al migrar hacia Estados Unidos. A la fecha, la mexicana suma 11 nominaciones directas a los Emmys y cinco premios en total. Temas Periodismo Tapatío Lee También Con butacas, reconocen a lo mejor del teatro tapatío Tradición y fe impulsan la peregrinación Wixárika a Wirikuta Especies compañeras Juan Fernando Covarrubias presenta “Nada que salvar”, una oda a la memoria Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones