Anualmente, miles de integrantes de la comunidad Wixárika emprenden un viaje espiritual hacia Wirikuta, un lugar sagrado ubicado en el desierto de San Luis Potosí.Este recorrido de más de 500 kilómetros no sólo representa una peregrinación, sino una conexión profunda con sus tradiciones ancestrales y su cosmovisión. Este año, la comunidad busca apoyo para facilitar el traslado de familias enteras que desean entregar sus ofrendas en 2025, una causa a la que exhorta el activista Alejandro Cazares.“El pueblo Wixárika es conocido como los guardianes del peyote. Aunque muchos los llaman huicholes, su nombre original es Wixárika. Sus visiones y ceremonias se centran en la consagración del hikuri o peyote, una práctica que han mantenido durante cientos, incluso miles de años”, explica Alejandro en entrevista con EL INFORMADOR.Las ofrendas que llevarán a Wirikuta incluyen velas, maíz y otros elementos significativos, elementos que serán depositados en ceremonias destinadas a agradecer por la vida y pedir bendiciones para el futuro. La ruta a Wirikuta comprende más de 500 kilómetros desde el Gran Nayar, una región serrana que abarca partes de Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas, hasta el desierto de San Luis Potosí. Este trayecto, según el Sistema de Información Cultural (SIC) de México, es una tradición milenaria en la que los chamanes transmiten conocimientos a las nuevas generaciones mediante cantos, relatos y rituales.“Antiguamente, esta peregrinación se realizaba a pie. Los mara’akáme (guías espirituales) relatan cómo sus abuelos viajaban durante un mes desde San Andrés Cohamiata, en Jalisco, usando huaraches hechos de cuero duro de vaca y toro para resistir el largo trayecto”, comparte Alejandro.Hoy, aunque algunos siguen la tradición caminando, muchos dependen de vehículos, lo que ha impulsado la necesidad de recaudar fondos.La meta es alquilar un camión que transporte a la mayor cantidad de personas posible, así como alimentos y otros suministros esenciales. Alejandro ha recurrido a la plataforma de crowdfunding GoFundMe para lograr este objetivo: “Esta es la primera vez que organizamos algo así, y esperamos que muchas personas se unan para apoyar a esta comunidad”, señala.Para los Wixárika, Wirikuta es el lugar donde los dioses se reunieron, el sitio más sagrado de su cosmovisión. Es también el hogar del venado azul, o Kauyumari, un espíritu animal sagrado al que se le entregan las ofrendas.Según una leyenda compartida de generación en generación, los primeros Wixárika encontraron el peyote en Wirikuta durante una hambruna. “Los cazadores siguieron a un venado azul, y cuando una flecha lo alcanzó, su sangre cayó al suelo y se convirtió en peyote. Este descubrimiento salvó a la comunidad de la inanición”, relata Alejandro.Desde entonces, cada año, la comunidad regresa para agradecer al venado azul y al peyote, cuya energía consideran esencial para sus rituales y cosechas. La ceremonia incluye cantos y rituales que se realizan en cada campamento durante el trayecto.A pesar de la continuidad de esta tradición, la peregrinación enfrenta numerosos desafíos. La actividad minera, especialmente por empresas extranjeras, ha amenazado la conservación de Wirikuta. Además, el saqueo de ofrendas y la disminución del peyote en la región complican la práctica de estos rituales.“Son comunidades que han estado alejadas de la modernidad para preservar su cultura, idioma y tradiciones. Sin embargo, cuando llegan a las ciudades, muchas veces son discriminadas. Esto es irónico porque son pueblos con una riqueza enorme en conocimiento y sabiduría ancestral”, enfatiza.El activista también subraya que la unidad de la comunidad Wixárika es fundamental para mantener viva esta tradición. A través de consejos de ancianos y mara’akáme, las comunidades coordinan las fechas de salida para evitar aglomeraciones en Wirikuta. Las primeras peregrinaciones comienzan en febrero, y la comunidad de San Andrés Cohamiata está programada para partir entre el 15 y el 25 de marzo.Alejandro invita a la sociedad a sumarse a esta causa. Además de la campaña en GoFundMe, organiza colectas de ropa, cobijas y alimentos. “Hemos llevado despensas y chamarras en inviernos anteriores, pero los recursos son limitados. Queremos seguir ayudando, y necesitamos del apoyo de todos”, finaliza.APOYA ESTA TRADICIÓNPara donar en la plataforma GoFundMe entra a esta dirección.