Domingo, 16 de Marzo 2025
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Jalisco

Con velas y zapatos, piden justicia por Teuchitlán

Colectivos de buscadores llenan el Centro de Guadalajara para exigir que frenen las desapariciones; la protesta se replicó en todo el país
 

El Informador

El eco de la indignación resonó en el corazón de Guadalajara. Colectivos de búsqueda y ciudadanos tomaron las calles del Centro Histórico con una consigna que retumbó: “Ningún desaparecido más; nunca más Teuchitlán”. La frase no fue sólo un grito de protesta, sino un llamado desesperado por justicia y verdad, tras el hallazgo del rancho Izaguirre en dicho municipio, un sitio que funcionaba como centro de exterminio en donde se localizaron restos humanos.

Con zapatos y prendas regadas en el suelo, así como veladoras encendidas, los manifestantes hicieron visible la magnitud de la tragedia. La escena simbolizó la ausencia de quienes aún no han regresado a casa, un homenaje silencioso a las víctimas y un recordatorio de la crisis de desaparecidos que enfrenta el Estado.

El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco descubrió los indicios el 5 de marzo. Desde entonces, el hallazgo sacudió a la sociedad y puso en evidencia la magnitud del problema. Martha Leticia García, del colectivo Entre Cielo y Tierra, subrayó que “el hallazgo de crematorios clandestinos evidencia la crisis humanitaria y de desapariciones que azota a Jalisco, el Estado con más número de personas desaparecidas”.

Las cifras respaldan sus palabras. Hoy hay más de 15 mil 426 personas ilocalizables en la Entidad. Durante la manifestación, las consignas sonaron contundentes: “Ni uno más”, “¿En dónde están los desaparecidos? Los queremos de vuelta y vivos”. Cada pancarta fue un testimonio del dolor acumulado por miles de familias que siguen esperando respuestas.

La protesta no sólo apuntó contra la impunidad del crimen organizado, sino contra las autoridades. Familiares de desaparecidos cuestionaron el actuar de la administración estatal pasada, pues aseguran que hubo omisiones en las investigaciones del rancho, el cual había sido asegurado desde septiembre por la Guardia Nacional y la Fiscalía estatal.

Para Anna Karolina Chimiak, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), el hallazgo del rancho de Teuchitlán y que presuntamente era utilizado como un sitio de adiestramiento del crimen organizado, no es una situación aislada.

“Ni aislada ni nueva; es una muestra de una violencia generalizada, sistemática y sumamente brutal que en los últimos años se ha agravado en el Estado de Jalisco”. 

Para las familias en la protesta, el hallazgo en Teuchitlán reavivó la esperanza de encontrar a sus seres queridos. Y por eso, la de ayer también fue una jornada para reconocer a las verdaderas buscadoras: madres, hermanas, hijas y esposas tomaron en sus manos la labor que las autoridades ignoraron en el sexenio anterior. Ellas son quienes han encontrado fosas, crematorios y centros de exterminio.

Pero el impacto del caso no se quedó en Guadalajara. En el Zócalo de la Ciudad de México se replicó la protesta con la colocación de zapatos y prendas. El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Javier Acero Pérez, llamó a la reflexión sobre la indiferencia social ante estos hechos.

“Lo que ha pasado en Teuchitlán, en Guadalajara, es una prueba de nuestra indiferencia social. No podemos permitir campos de exterminio en ningún lugar del mundo porque son fruto de negligencias y complejidades sociales”.

Jorge Ramírez, académico de la Universidad de Guadalajara, fue más allá y señaló la falta de compromiso de las autoridades: “Es la prueba de una forma tan poco profesional y con nulo compromiso con las víctimas”.

Los integrantes de colectivos de búsqueda fueron acompañados por ciudadanos que se unieron a su causa. Frente al Palacio de Gobierno, exigieron a la autoridad que localice a sus familiares. EL INFORMADOR/H. Figueroa
Las pancartas recordaron los hallazgos del rancho Izaguirre, en Teuchitlán. EL INFORMADOR/H. Figueroa
La luz del día se fue, pero no la exigencia de las familias para reunirse con quien hoy no está. EL INFORMADOR/H. Figueroa

TESTIMONIO

“Fue un horror estar ahí”: madre buscadora 

Colectivos de búsqueda de personas desaparecidas protestaron por el hallazgo de un campo de adiestramiento del crimen organizado en el que se localizaron indicios de restos humanos. 

Uno de los colectivos que ingresó al sitio hace meses fue el de las Madres Buscadoras de Jalisco. Virginia Martínez, una de ellas y quien busca a su hijo, José Antonio Alvarado Martínez, describió su sentir al ingresar al rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán. Lo calificó como un “horror”. 

“Esperaba ver prendas de mi hijo. No encontré nada. Sí había demasiada ropa y se sentía mucho dolor, mucho sufrimiento de todo lo que pasaron los que estuvieron ahí. Fue un horror estar ahí”. 

Cuestionó que las autoridades hubieran asegurado el rancho, y destacó que cuando ellas entraron “en varias ocasiones”, los sellos que habían colocado ya estaban rotos. En el lugar, encontraron mochilas, pantalones, cobijas, ropa interior, calcetines y zapatos, entre otros objetos. 

Otros familiares de desaparecidos tienen la esperanza de encontrar a sus familiares tras el hallazgo de cientos de prendas y pares de zapatos como indicios de personas que estuvieron en el campo de entrenamiento del crimen organizado. 

“Sí tengo familias que han logrado identificar alguna prenda. De hecho, están en el municipio de Ocotlán y la fiscal (Especial en Personas Desaparecidas) nos dijo que estas van a ser llevadas a cada delegación porque queda la duda porque están arrugadas, empolvadas, camuflajeadas”.

Habitantes de distintos Estados en México salieron a las calles para mostrar su apoyo a los colectivos de búsqueda en Jalisco que han hecho la labor que las autoridades ignoraron. AFP

México entero alza la voz por campo en Teuchitlán

El hallazgo de un presunto campo de exterminio en Teuchitlán sacudió a todo el país y desató una ola de indignación. En respuesta, miles de ciudadanos, colectivos de búsqueda y organizaciones de derechos humanos se movilizaron en diversas ciudades de México, exigiendo justicia y un alto a la crisis de desapariciones que azota al país.

En solidaridad con Jalisco, la gente de distintas ciudades en México salió a las calles a exigir freno a las desapariciones a todos los niveles de Gobierno.

“México no es un país, es una fosa”, se leía en una de las pancartas en la Ciudad de México, donde se llevaron a cabo emotivos actos de protesta. En el Zócalo, los asistentes realizaron un conteo del 1 al 400 en memoria de los zapatos encontrados en el rancho Izaguirre. 

En un acto simbólico, con velas encendidas trazaron un mapa del sitio que fue calificado como un campo de exterminio.

Pero las manifestaciones se extendieron más allá de la capital. En Cancún, Quintana Roo, madres buscadoras realizaron una vigilia en la zona hotelera denunciando la existencia de al menos siete cementerios clandestinos en ese Estado. 

En Nuevo León, la Explanada de los Héroes frente a Palacio de Gobierno se convirtió en otro epicentro de la movilización, con cientos de personas con velas y colocando pares de zapatos en memoria de las víctimas.

Los colectivos de búsqueda expresaron su indignación por la inacción de las autoridades. “No nos pidan que guardemos silencio en nombre de la defensa de la patria. No podemos olvidar a nuestros desaparecidos ni dejar de buscarles”, afirmaron.

La Red TDT denunció omisiones gubernamentales y exigió la apertura de expedientes para identificar los restos encontrados en Teuchitlán y otros sitios de exterminio. “No podemos seguir normalizando estos crímenes de lesa humanidad”, sentenció y recordó que, desde 2011, al menos 24 familiares de desaparecidos han sido asesinados en México por su labor de búsqueda.

Aurora Corona Rodríguez, madre de Francisco Javier Osiris Hernández, desaparecido en Nuevo León, reflejó la desesperación de miles de familias: “Vivimos en un país de horror. Sufrimos su ausencia y nadie nos hace caso. La autoridad, la Presidenta, la Fiscalía o no sé quién deba de ser, nunca nos escuchan”.

En la catedral metropolitana de la Ciudad de México se llevó a cabo una misa antes del inicio de la vigilia en honor a las víctimas de desaparición. Durante la jornada, los asistentes dedicaron un aplauso a Guerreros Buscadores de Jalisco, el colectivo que halló el rancho Izaguirre en Teuchitlán.

El padre de Abraham Zeidy Hernández, un joven desaparecido, lanzó un llamado a la sociedad para no ser indiferente. “No vengan solo por morbo”, exigió.