Los tapatíos gastaron más agua de abril a junio, cuando se agudizó el aislamiento por la pandemia. El Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) informa que el consumo diario en el segundo trimestre del año fue de 221 litros por habitante: 11 garrafones de 20 litros, en promedio. En 2019 fue de 209 litros. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un acceso óptimo de agua para una persona es de 100 litros diarios. En los cuatro municipios metropolitanos se derrocha el doble. En cambio, algunas colonias de Tlajomulco padecen la falta del líquido. Ante esta situación, Salvador Peniche, profesor de la Universidad de Guadalajara, recuerda que ya se ha puesto sobre la mesa el cobro de un impuesto de agua progresivo. “No es lo mismo el gasto de un trabajador con seis hijos que alguien que tiene una casa con alberca”.Agrega que también se debe discutir el gasto del agua por parte de las cerveceras o refresqueras, quienes la adquieren a un costo muy bajo.Aunque el promedio del consumo diario de agua en la ciudad es de 221 litros por habitante al día, hay zonas con un mayor gasto, comparado con el número de cuentas. El Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) contesta por Transparencia que, en junio pasado, el mayor consumo de agua se dio en la zona comercial 36, ubicada en la zona del Bajío. Aunque solamente hay 33 cuentas, en promedio cada una gastó 18 mil 254 litros al día. En el mapa proporcionado, la zona colinda con Periférico, Prolongación Santo Tomás de Aquino y Avenida Vallarta, en el municipio de Zapopan.Otro punto con gasto elevado fue la zona 50, en el municipio de Guadalajara, con mil 332 litros al día en cada una de las siete mil 077 cuentas. Este espacio se ubica en la zona industrial Sur y es el cuadrante que colinda con Lázaro Cárdenas y las calles Juan de la Barrera, Pedro García y Colón.También destaca la zona 27, con un gasto de 886 litros diarios dividido en 12 mil 328 cuentas. Es territorialmente más grande que los otros dos perímetros y abarca colonias residenciales como Puertas del Tule, Colinas de los Virreyes, Virreyes, Paseos Universidad y Villas Vallarta, las cuales están ubicadas en el cuadrante del Periférico, Avenida Vallarta, Patria y Juan Palomar y Arias, según el mapa proporcionado por el SIAPA.En contraste, en la zona de Santa María Tequepexpan reportan el menor consumo, con un aproximado de 251 litros diarios por cuenta, así como 282 litros de agua al día por cuenta en Toluquilla, en Tlaquepaque. Actualmente, el organismo brinda el servicio de agua potable en mil 892 colonias de la ciudad: 796 en Zapopan, 455 en Guadalajara, 332 en Tonalá y 309 en Tlaquepaque.Se solicitó entrevista con el SIAPA para detallar la proyección en el aumento del gasto de agua ante la pandemia, y si esa acción no afectará la operación de la red, pero no se dio respuesta. También se pidió una actualización de las metas para evitar pérdidas de agua en la ciudad.Este medio publicó que la pasada administración fracasó en su intento de reducir las pérdidas de agua en la metrópoli. El organismo mencionó en su plan institucional 2014-2018, que uno de sus objetivos era mejorar la eficiencia física; es decir, el volumen extraído contra el facturado. Sin embargo, en los últimos cuatro años, las pérdidas de agua representaron 33% del volumen extraído, un aumento comparado con 2013, cuando registraron 28 por ciento. En las proyecciones anuales se planteaba mantener el porcentaje de 2013, pero no se cumplió. Este cálculo incluye las fugas visibles y ocultas, las tomas irregulares o clandestinas, así como los medidores que no funcionan.Salvador Peniche, (investigador de la UdeG)Salvador Peniche ejemplifica que existen semáforos para cuidar la seguridad de quienes manejan los vehículos por la calle. Con ese contexto, opina que debería existir un semáforo ambiental para el desperdicio del agua.“Sin el agua no se puede vivir, hay que diferenciar esta idea falsa de creer que, porque pagas, puedes hacer lo que te da la gana con los recursos naturales. Un concepto de Pedro Arrojo, un español especialista en el tema, es que el agua para el uso humano, para vivir, para tomar y para lavarse, debe ser en rangos normales”.En ese sentido, remarca, los 100 litros recomendados para uso humano podrían ser gratuitos. Y después de ese límite comenzar a pagar. “Y con el agua productiva, lo que no le cobramos a la gente lo recuperamos con las ganancias de las cerveceras, las refresqueras y las empresas que usan el agua para su enriquecimiento. Y la tarifa que les cobran, con la idea de que el agua es una bendición, es algo chueco”.Agrega que, con la pandemia, se puede revisar este asunto de raíz, si es que se quiere sobrevivir en el futuro.“Si no cambiamos la estructura vamos a colapsar. Se requiere un cambio integral que nos obligue a la nueva normalidad respecto al agua”.GUÍASin accesoAcceso básicoAcceso intermedioAcceso óptimoFuente: Organización Mundial de la Salud (OMS).BUENAS PRÁCTICASAunque una de las acciones más importantes para prevenir el contagio del COVID-19 es realizar un lavado de manos de forma constante, 4.3% de los ocho millones 282 mil 892 habitantes de Jalisco (356 mil 164 personas), no cuenta con el servicio de agua potable en su vivienda conectado a la red pública dentro del terreno, informa la Secretaría de Gestión Integral del Agua.Nueva Israel, en Tonalá, es una de las colonias sin servicio en la metrópoli. María cuenta que se abastecen con pipas o de un depósito improvisado en la barranca. A veces sale el líquido con lodo, pero mezclan cloro para sus actividades de aseo y preparación de alimentos.Además, la dependencia estatal compartió que el rezago es más grande en el alcantarillado, ya que 92.6% de la población en el Estado tiene drenaje conectado a la red pública; es decir, que 7.4% de los habitantes no cuenta con el servicio, lo que representa 612 mil 934 ciudadanos.Por otra parte, en 2015, la cobertura de infraestructura de agua potable en las viviendas a nivel nacional fue de 94.4%, y de alcantarillado fue de 91.4%, según los datos más actualizados reportados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).Sin embargo, “contar con infraestructura hídrica no garantiza que la población tenga la infraestructura para recibir agua potable en sus viviendas”, destaca el Coneval, ya que sólo 73% recibe agua diariamente, 13.9% de entre una y tres veces por semana, así como 13.1% de la población recibe agua dos o menos veces por semana.El SIAPA informa por Transparencia que con la nueva gestión del organismo se duplicaron los reportes por la mala calidad del agua. Documentan que, en 2018, con la anterior administración, recibían en promedio tres quejas diarias por este tema, pero en 2019 subió a cinco al día. Y del 1 de enero al 11 de agosto de 2020 tuvieron seis reportes diarios relacionados a la calidad del líquido.Sobre los motivos por los cuales persiste este problema, contestaron que “cuando se llega a presentar agua con color y/o turbidez, obedece a los arrastres generados en las líneas de distribución. Una vez que se reestablece el servicio y se presurizan las líneas, derivado de las fugas o los cortes de agua realizados por mantenimiento, las áreas operativas atienden cada caso de manera oportuna, en la revisión y la ejecución de las acciones para mitigar estos efectos y minimizar el tiempo que el usuario tiene con este problema”.Este medio publicó que son 140 colonias en las que detectaron problemas relacionados a la mala calidad del agua en la ciudad, cuando el año pasado eran 129. Al respecto, el SIAPA detalló que el asunto se debía a diversas sustancias utilizadas para su potabilización. Posteriormente, el titular del organismo, Carlos Lugo, indicó que el agua turbia salía porque en la temporada de lluvias las tuberías se llenaban de tierra. Y tras la presión ciudadana, el organismo añadió que el agua sucia era consecuencia de la falta de mantenimiento de la infraestructura hidráulica, la cual no se realizó por la pandemia.Pese al aumento de las quejas por la calidad de agua que llega a los domicilios, en el primer semestre de este año bajaron las pruebas que se hacen al respecto, comparado con los mismos meses de 2019, según informa el SIAPA.De enero a junio pasados aplicaron 372 mil 850 análisis para asegurar la calidad del agua potable suministrada, un promedio de 62 mil 141 al mes. Sin embargo, la media de 2019 fue de 67 mil 152 estudios mensuales. Y en 2018, de 71 mil 147 análisis al mes, en promedio.Por otra parte, las pruebas de calidad a los insumos para la potabilización bajó a tres mil 404 al mes, cuando en 2019 realizaron cinco mil 421 mensuales. Y cinco mil 522 cada mes durante 2018.También realizaron menos actividades de muestreo para verificar la calidad del agua potable, con 913 mensuales de enero a junio de 2020. En contraste, en 2019 fueron mil 096 al mes, en promedio.Por otro lado, recibieron 37 mil 803 reportes ciudadanos en el primer semestre. Aunque representa una disminución comparado con los 41 mil 860 de los primeros seis meses de 2019, el porcentaje de atención mejoró, ya que ahora resuelven 93%, comparado con 79% del periodo anterior. Solamente en junio, 42% de las peticiones ciudadanas fue para mantenimiento de las redes, 38% estuvo relacionada a la distribución y 20% por asuntos relacionados al sistema de alcantarillado.También se informa que, debido a la pandemia, están cancelados los muestreos en conjunto con personal de la Secretaría de Salud. Estas acciones consisten en verificar la calidad del agua en las plantas potabilizadoras, los tanques y los domicilios.Sigue #DebateInformador¿Qué medidas aplica para ahorrar agua?Participa en Twitter en el debate del día @informador