
Campeche, ciudad amurallada
Este pintoresco destino ofrece rincones llenos de bullicio, color, cultura, hoteles de lujo y deliciosos sabores
Si uno se pregunta cómo lucir bien a los 485 años de edad, la referencia inmediata debe ser San Francisco de Campeche, una pintoresca ciudad en la que se percibe un alegre bullicio en sus callecitas repletas de coloridas casonas que han sido convertidas en tiendas de artesanías, restaurantes, hoteles y bares.
De las 14 Ciudades Patrimonio de nuestro país, Campeche es la única que se encuentra amurallada. El fin era protegerla de los piratas durante la Colonia, época en la que fue un importante puerto comercial del golfo de México.
Sus murallas concentran algunos de sus más preciados tesoros, actualmente transformados en atractivos turísticos. Sin embargo, fuera de estas, el Estado también conserva muchas maravillas naturales, zonas arqueológicas mayas, así como grandiosas haciendas henequeneras que en el presente funcionan como hoteles de lujo.
Esta vez, te proponemos un paseo por el corazón de Campeche, un destino con experiencias culturales, gastronómicas e históricas.

Entre murallas y colores
Fue fundada en 1540 por el explorador español Francisco de Montejo. Tres años después, los piratas y corsarios ingleses y neerlandeses comenzaron a asediar la pequeña villa.
“No venían por oro, sino por recursos naturales como miel, cera, algodón y madera, especialmente el palo de tinta, utilizado en la industria textil”, cuenta Miguel Zúñiga, guía campechano.
Para proteger su riqueza, Antonio de Layseca y Alvarado, capitán general de Yucatán, propuso al rey Carlos II la construcción de una muralla, similar a la de Cartagena de Indias, Colombia.
No fue hasta 1686 ♫-tras una devastadora incursión del pirata Laurent de Graff, el famoso Lorencillo-, que se comenzaron a edificar dos mil 500 metros de murallas en forma de hexágono irregular. Así, San Francisco de Campeche se convirtió en la única ciudad amurallada en el país.
Para entrar se hicieron cuatro accesos: las puertas de Mar, de Tierra, de San Román y de Guadalupe, así como ocho baluartes que servían como puntos de observación: San Juan, San Francisco, San Pedro, Santa Rosa, San Carlos, de la Soledad, Santiago y San José (el único que ya no existe).
En el baluarte de San Carlos se instaló el Museo de la Ciudad, con artefactos de la época colonial, como cañones y armaduras; el de la Soledad aloja el Museo de Arquitectura Maya; y en el de Santiago, está el jardín botánico Xmuch-Haltún.
Tras las murallas se encuentra el centro de Campeche, trazado en calles rectas, con bonitas casonas coloniales pintadas de colores pastel.
Sus edificios más simbólicos son: la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción del siglo XVI, la Mansión Carvajal con sus arcos de estilo árabe y balcones de hierro forjado y el Centro Cultural El Claustro, instalado en el exconvento franciscano de San Roque.
La calle más fotografiada y visitada de todas es la 59, detrás de la Puerta de Mar. Es peatonal y goza de gran ambiente nocturno. Sus casonas albergan restaurantes de cocina regional e internacional, con mesitas al aire libre (en plena calle), coquetos hoteles boutique, tiendas de artesanías y bares.
Con información de El Universal

Más allá de la muralla
Fuera del recinto amurallado, y aún parte del centro histórico, destacan cinco de los barrios tradicionales de Campeche: San Román, Santa Ana, Santa Lucía, San Francisco y Guadalupe.
Al encontrarse fuera de los sistemas de defensa de la ciudad, los ataques de piratas destruyeron prácticamente todas sus construcciones originales, aunque muchas de ellas fueron reconstruidas durante el siglo XIX. Todos son parecidos, con su placita y kiosco, su iglesia y casitas de colores.
El barrio más antiguo es el de San Francisco, lugar del primer asentamiento maya; en el de Guadalupe se concentró la mayor parte de las familias españolas adineradas, y en San Román llegaron los mexicas que llevaron los conquistadores.
Si buscas un spot para fotografías, camina por los callejones de estos barrios: sus edificios se encuentran en muy buenas condiciones. Prácticamente en cada esquina encontrarás un rincón colorido.
El tranvía es una gran opción para recorrer el centro y barrios de Campeche. Parte de un costado del parque principal.
La recomendación es tomarlo aproximadamente a las seis de la tarde, cuando el calor disminuye y el atardecer ofrece postales increíbles.
El Fuerte de San Miguel
Ubicado en un cerro, a las afueras de San Francisco de Campeche, esta fortificación fue construida en 1771, y aunque no forma parte de los primeros sistemas defensivos de la ciudad, sí es uno de los edificios fortificados que sirvieron para protegerla.
Este fuerte nunca cumplió su función de mitigar ataques piratas, pero sí fue utilizado en combates durante la Guerra de Castas y el movimiento separatista de Yucatán. Ambos eventos ocurrieron a mediados del siglo XIX.
Actualmente, la construcción militar está ocupada por el Museo de Arqueología Maya, dividido en 16 salas en las que se explican la cosmogonía, la guerra, el territorio, la escritura jeroglífica y, en general, la vida cotidiana de esta gran civilización.
En el fuerte de San Miguel se exponen un par de réplicas de entierros y una gran colección de figurillas antropomorfas y zoomorfas, vasijas, estelas talladas, collares, joyería de gran valor (como máscaras mortuorias de jade), provenientes de las 16 zonas arqueológicas de Campeche. La entrada tiene un costo de 75 pesos por persona.

En la mira
Dos lugares para incluir en tu próximo viaje a Campeche y conocer un poco más de la esencia del Estado.
Bécal. Un parador turístico de artesanas y artesanos de jipijapa, fibra natural con la que tejen sombreros de altísima calidad. Su trabajo se hace en cuevas para mantener la humedad de la fibra.
Edzná. Es una zona arqueológica maya en medio de la selva, construida en el 600 a.C. En el sitio se han descubierto 22 estructuras, incluido el edificio de los Cinco Pisos, un templo escalonado de 30 metros de altura, con glifos en las escalinatas. Desde la ciudad de Campeche son 50 minutos en auto.
Arma tu plan
¿Dónde dormir?
Plaza Campeche: una antigua casona remodelada, a una calle del Barrio de Guadalupe y a tres de la Plaza de la Independencia. Sus habitaciones son sencillas y elegantes. Desde dos mil 570 pesos por noche para dos personas.
Casa Don Gustavo: casona colonial en la Calle 59. Suites decoradas con muebles antiguos. Desde tres mil 780 pesos por noche para dos personas.
Hacienda Puerta Campeche: hacienda del siglo XVI restaurada, frente a la Puerta de Tierra. Sus suites son austeras con decoración de época. Desde cinco mil pesos por noche para dos personas.

PARA DEGUSTAR
¿Dónde comer?
Aduana: justo al inicio de la calle 59, frente a la Puerta del Mar. Era la antigua bodega aduanal. Cocina regional con un toque contemporáneo.
IG: @aduana.59
Marganzo: a un costado de Aduana, en Calle 8. Se especializa en mariscos y gastronomía campechana.
IG: @marganzo_
La Palapa del Tío Fito: en pleno malecón, a orillas del mar y a un costado del Puerto de Arribo.
Prepara mariscos y pescados.
IG: @lapalapadeltiofito
DE SERVICIO
¿Quién te pasea?
En la ciudad: El Hectorcito Tours, agencia con recorridos a pie por el centro. También tienen drinking tour y paseos gastronómicos.WhatsApp: (56) 5893 7397.
Alrededores: Miguel Zúñiga, guía acreditado por Sectur federal. Ofrece recorridos a las zonas arqueológicas y a otros puntos, como Bécal.
Tel. (981) 181 9164.
Tranvía: 120 pesos por persona, 70 pesos para adultos mayores y 60 pesos, niños.