Este viernes 13 de enero es el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno que afecta cada vez más a las personas y merma su desempeño cotidiano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 280 personas tienen depresión alrededor del mundo, lo que la convierte en un fuerte problema de salud pública.La OMS señala que la depresión puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave. Puede causar gran sufrimiento a la persona afectada y alterar sus actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos, puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan más de 700 mil personas. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.Sin embargo, aunque hay tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales, más del 75% de las personas afectadas en los países de ingresos bajos y medianos no recibe tratamiento alguno. Entre los obstáculos a una atención eficaz se encuentran la falta de recursos y de proveedores de atención de salud capacitados, además de la estigmatización asociada a los trastornos mentales. En países de todo tipo de ingresos, las personas que experimentan depresión a menudo no son correctamente diagnosticadas, mientras que otras que en realidad no padecen el trastorno son a menudo diagnosticadas erróneamente y tratadas con antidepresivos.Además, el tabú que existe sobre la depresión provoca un desconocimiento generalizado, que en ocasiones provoca ideas falsas sobre la manera en la que el padecimiento se trata.De acuerdo a la OMS, los proveedores de atención de salud pueden ofrecer tratamientos psicológicos para tratar la depresión con:Los proveedores de atención de salud deben tener presentes los posibles efectos adversos de los antidepresivos, las posibilidades de llevar a cabo uno u otro tipo de intervención (por disponibilidad de conocimientos técnicos o del tratamiento en cuestión) y las preferencias individuales.Entre los diferentes tratamientos psicológicos que pueden tenerse en cuenta se encuentran los tratamientos psicológicos cara a cara, individuales o en grupo, dispensados por profesionales y por terapeutas no especializados supervisados. Los antidepresivos no son el tratamiento de primera elección para la depresión leve. No se deben utilizar para tratar la depresión en niños ni como tratamiento de primera elección en adolescentes, en quienes hay que utilizarlos con suma cautela. OA