Se suponía que estábamos destinados a ser un gran país. Al que siempre hemos estado destinados estoy convencido. Y quizá regresemos pero no de esta mano. El destinado mexicano, que no americano. En este terruño se ubicó el lugar más relevante del mundo. Somos sus hijos. Y estamos confundidos. Porque alguna vez fuimos el ombligo del mundo y de alguna manera lo seguiremos siendo. Lo lamento para los oídos sordos sórdidos. No entienden. Siempre hemos sido una gran Nación. Ahora atacada por nuestro propio Gobierno. De nuevo esto les resulta ajeno al nuevo mando. A nuestro Gobierno le falta historia. Se dice que sabe mucha historia. Y no tiene idea. Es de injuria el añejo de la nueva historia oficial. Los veo rompiendo y quemando archivos.Este mundo apareció. Nació de repente. Unos dicen que América se inventó. Otros dicen que no. Que Europa y el mundo se reinventó. Gracias a estos lares. Gracias a México existe el mundo como lo conocemos. Pero ya no es relevante. Porque la historia ya no es relevante. Ni el futuro tampoco es relevante. Ni el presente lo es. Este país y solo por el tiempo que se disponga ya no es una república. Este territorio es de muy mala pasada. Aventarte a ir a la tienda de la esquina ya es una aventura.Es el reino de un bufón. No lo digo con alegría. Lo digo con todo el respeto por donde va. Lo digo con mucha pena, tristeza y preocupación. Y por supuesto con un sentimiento de culpa que nunca podré definir. Sí. Reina el bufón. Eso está captado y de nuevo con mucha tristeza corroborado. De la cuestión democrática ya ni hablar. Ya no existen ni las expectativas acaso. Si la litigada de derechos era complicada, enséñeme de nuevo porque ya no entiendo nada. De las bufonadas del bufón. De repente es el futuro, luego el pasado y el presente. O sea, nada.Nuevos tiempos. Sí. ¿Como vamos a recobrar nuestra grandeza? No lo sé y no tengo idea.¿Y si no el Bufón? ¿Qué hace aparte de fingirlo o ser?Tengo una sospecha que ni llega a indicio o una mala idea en una de esas borracheras donde acabas reconociendo a Dios e hincado. ¿Es en serio?