Antecedentes de la petición de respuesta. Esta es una columna periodística –y ciudadana. Como tal, lo que sigue es una respetuosa petición a las autoridades correspondientes del Ayuntamiento de Guadalajara. Por lo tanto, se espera y se pide una respuesta puntual. Nombre, historia. La avenida (o pequeño Boulevard) Lafayette, edificada hacia principios del siglo XX, es la columna vertebral que estructura las primeras colonias del Poniente tapatío. Es, por lo tanto, un muy valioso patrimonio público. Por lo mismo, también lo es su nombre, como marca identitaria, como referencia y como testimonio histórico. (El apelativo de “Chapultepec” le fue impuesto por políticos del pasado con el objetivo de congraciarse con las autoridades centrales.) Así, a imagen del nuevo Paseo Alcalde es justo y conveniente poner al corredor el nombre de Paseo Lafayette, sin necesidad (como se hizo en Alcalde-16 de Septiembre) de alterar la nomenclatura oficial y así evitar trastornos y confusiones a la población. Primera petición.El estado físico del Paseo es razonable. Resulta sin embargo urgente evitar y reparar los graves daños a sus pavimentos y mobiliarios producidos por los llamados “escatos”, quienes deben ser provistos de espacios apropiados para su recreación en lugares pertinentes de las inmediaciones (lotes baldíos, etcétera). Segunda petición.Los usos del Paseo deben ser regulados inmediatamente. El Paseo no debe ser un tianguis permanente. Las sesiones de baile sobre el camellón, plausibles, deben ser ordenadas y el volumen de la música deberá respetar los ordenamientos municipales. El Paseo debe cesar de ser utilizado para conciertos multitudinarios que dañan sus infraestructuras y lesionan a los vecindarios circundantes. Tercera petición.Los giros establecidos sobre el corredor y sus inmediaciones deben ser urgentemente controlados. Existe una ilegal saturación de bares y lugares de “micheladas”, lo que perjudica gravemente a vecinos y paseantes, sobre todo por las consecuencias de las borracheras, el ruido de la “música” y la basura. Esto es fácilmente regulable. Cuarta petición.Plan de manejo del Paseo Lafayette. Es esencial que exista, sea conocido, difundido y aplicado estrictamente. Mantenimiento, jardinería, vigilancia, usos, giros, etcétera: todo esto debe quedar consignado y ser cumplido puntualmente. Quinta petición.Futuro. De seguir en la actual decadencia, podemos inferir los siguientes efectos (que ya se hace sentir) sobre el Paseo: creciente deterioro físico y social, perjuicio para todos los giros con particular énfasis en los habitacionales, arruinamiento de jardinerías, mobiliario urbano y pavimentos; perjudicial contaminación de estas consecuencias sobre una extensa área urbana, grave deseducación cívica del público.En muchos aspectos, desde los recientes arreglos al Paseo Lafayette, proyectados íntegramente y concluidos en gran parte durante el trienio del Ayuntamiento 2007-2009, ha sido un clamoroso éxito urbano. Pero el Paseo no tiene –ni mucho menos- por qué ser víctima de su propio éxito, cosa que ahora se ha dejado que suceda. El Paseo Lafayette debe seguir siendo un remanso ciudadano, un lugar de pluralidad y encuentro, una herramienta para la convivencia civilizada, un atractivo para los jóvenes, un corredor de salud ambiental y de puesta en valor del patrimonio urbano y arquitectónico de la ciudad, un orgullo para Guadalajara.Sexta petición: Contestar puntualmente estas comedidas interrogantes, y manifestarse públicamente ante las anteriores consideraciones, y responder la siguiente pregunta: ¿Hará algo el Ayuntamiento, en coordinación con vecinos y diversas asociaciones concernidas, para asegurar una eficaz gestión y un apropiado y apropiable futuro del Paseo Lafayette?
