De todas las obras y proyectos de movilidad de la zona metropolitana ninguna tiene el impacto y la importancia del Peribús. No solo es el número de personas que podría mover sino porque es clave para articular el sistema de transporte masivo de la ciudad: las líneas 1 y 3 del tren ligero, el Macrobús y en un futuro (cada vez más lejano) el posible tren, tranvía o similar a Tlajomulco y el BRT al aeropuerto.La esperanza muere al último, es cierto, pero lo importante es que no se muera de inanición, sentada esperando cual Penélope. Si algo sabemos desde la campaña y luego en la toma de posesión era que los recursos de inversión federal irían principalmente al sur del país y a los programas sociales que promueve el presidente. Claro que luego vino López Obrador y se comprometió a “apoyar los proyectos de Jalisco” y vino el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, escuchó y tomó nota de las necesidades del estado, pero de sobra sabemos que un político que dice que no es político y que amor que no se expresa en el presupuesto no es amor. Dicho de otra manera, los recursos son finitos y las prioridades están claras: primero el sur, luego el sur, después el sur, luego todo lo demás. El Peribús es parte del todo lo demás, no es que no sea importante, simplemente no es prioritario para el gobierno federal como sí lo es para nosotros.Tenemos, pues, dos opciones: esperar a que cambie el viento o buscar alternativas propias. Es una obra cara, sí, pero no inalcanzable para un gobierno como el de Jalisco. Hay que recordar que la Línea 2 del Tren se hizo con recursos propios con una deuda que presionó mucho financieramente al gobierno de Alberto Cárdenas y en medio de enormes discusiones sobre el precio y las condiciones. Pero finalmente ahí está la línea de tren operando. El Peribús no es ni de lejos un obra tan costosa como un tren, la inversión pública necesaria en los últimos estudios que yo vi hace tres años era entre 2 mil y 3 mil millones de pesos, quizá ahora un poco más, pero su beneficio en términos del número de personas que va a mover será incluso mayor al de la Línea 3.Lo que el gobierno de Jalisco esperaba de apoyo federal está en el lomo de un venado. Toda parece indicar que el presidente que vino a prometer en aquel mitin al pie del monumento a la Patria, no podrá cumplir porque tiene que decidir las prioridades. Dicho coloquialmente, si ya se cansó el ganso, tomemos al venado por los cuernos.(diego.petersen@informador.com.mx)