“Dígame la verdad señora, en qué andaba metido su hijo”. “Andaba de fiesta” o “seguro está con el novio”. “En algo andaba metido(a)”.Son algunas de las frases, frías e insensibles, que comúnmente escuchan familiares de personas desaparecidas. Son frases con las que estigmatizan a la víctima, la etiquetan; como si existieran condiciones previas y la víctima -hombre o mujer- se lo hubiera buscado, como si una persona mereciera desaparecer.Esas y muchas otras frases fueron recopiladas en una investigación del Iteso, y que culminó en la publicación del libro “Nadie merece desaparecer. Diagnóstico sobre la estigmatización hacia las víctimas de desaparición, sus familias y acompañantes en la búsqueda”.A través de una serie de entrevistas, realizadas entre mayo y septiembre de 2021, en la publicación del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia “Francisco Suárez, SJ”, del ITESO, se narran los estigmas y la discriminación a la que a diario se enfrentan quienes sufren la desaparición de un ser querido. “En el trabajo de derechos humanos siempre hay estigmas, siempre se culpa a las víctimas”, lamentó María Alejandra Nuño Ruiz Velasco, Directora de dicho centro universitario, durante la presentación del libro.“Señora, si usted no sabe dónde está su hijo(a), cómo voy a saber yo”… Han escuchado mujeres buscadoras y colectivos por parte de las propias autoridades del Gobierno. Ese tipo de etiquetas hacen más doloroso y tortuoso el proceso de búsqueda. Esto, en un país con más de 104 mil personas desaparecidas, y con Jalisco como una de las entidades con mayor cantidad de personas que de un día a otro ya no se supo más de ellas.“Este proceso de estigmatización es muy dramático porque les sirve de excusa, de justificación (a las autoridades), para no cumplir con sus obligaciones; es decir, para que siga sucediendo, para justificar el que las búsquedas no tengan éxito. Incluso, tratan de alentar el que las personas no denuncien en muchos casos”, narró Concepción Sánchez, doctora en Antropología y quien participó en la investigación.Al estigmatizar a la víctima es como si se le culpara de su propia desaparición, poniendo el foco en la víctima y no en el delito, fomentando la impunidad.Sirva esta investigación para la reflexión colectiva y sensibilizar de cómo afecta, discrimina y margina a quienes buscan a una hija o hijo, padres, pareja o ser querido. Y que antes de repetir alguna de esas frases, se entienda que nadie merece que lo desaparezcan.