Es difícil no abordar el tema en las actuales circunstancias. Siempre he manifestado mi desacuerdo y desagrado por la tergiversación que se ha hecho del 8 de Marzo como Día Internacional de las Mujeres y el consecuente manejo como una ocasión para el festejo y la felicitación, tipo el Día del Amor y la Amistad, fechas que han servido más para la banalidad y el consumismo que para propósitos más trascendentes.Hay días que se señalan para conmemorar luchas y sacrificios, como es el 8 de Marzo, pero además son para generar conciencia en términos de afianzar y lograr que se arraigue una cultura de igualdad, defensa de derechos y convivencia armónica entre los seres humanos en todo el mundo. Pero no, viene el enfoque económico capitalista, así es, y los propósitos profundos se diluyen en la felicitación fácil y los memes cursis.También he dicho que no me considero particularmente feminista pero la verdad, con los datos que algunas instituciones dan a conocer en torno a la fecha, la realidad de desigualdad, de abusos, violencia y retrasos de décadas en la definición y diseño de políticas públicas tendientes a propiciar el “adelanto para las mujeres” con respecto a los hombres, motivan a alzar la voz una vez más para insistir, exigir y demandar que todo esto camine más rápido.Abusos diversos, violencia de diferentes tipos, abandono, menos ingresos para trabajo igual, bloqueo de oportunidades y despidos por maternidad, negligencia, desdén por las causas femeninas, programas obsoletos o inoperables, planes y decisiones sin ejecutar, falta de atención y comprensión a víctimas de la delincuencia, desapariciones, asesinatos… Esta es la realidad de miles, cientos de miles de mujeres en el país, de todas las edades, que siguen sufriendo las mismas circunstancias por la inoperancia de las autoridades a la hora no sólo de resolver y paliar, sino de emprender iniciativas para corregir y erradicar.El avance de las mujeres en la búsqueda de igualdad y justicia se ha dado como por oleadas, la cuestión es que cada intervalo no ha significado una especie de pausa, sino que se convierte en retroceso dados los rezagos.En este contexto, doloroso sin duda, injusto en muchos sentidos; en este proceso que ha sido lento e imperfecto ha sido necesario luchar aparte contra inercias e idiosincrasias rebasadas y retrógradas que, sin embargo, persisten como mala yerba.Lo que recientemente sucedió en Jalisco es un ejemplo de esto; y sí, hay una rectificación, pero creo también que es necesario resarcir el daño, repararlo, ofrecer disculpas, informar y transparentar los procesos y procedimientos.El trato fue rudo e innecesariamente ofensivo. Si el camino es hacia adelante, de diálogo y encuentro y reencuentro en términos benéficos para todas las partes, creo que habría que empezar en un espacio saneado, lo más terso posible y con la mejor voluntad y disposición para enfrentar lo que sigue que no es poco, ni menor, ni fácil, ni agradable en la mayoría de las ocasiones.El Ejecutivo estatal presentó la contrarreforma para enmendar la extinción del Instituto Jalisciense de las Mujeres, pero no se reunió antes con los colectivos inconformes, ¿por qué la resistencia, pues? Hay un dicho que reza: “lo que resiste persiste” y es cierto.¿No le serviría más al gobernador atender las demandas femeninas que lamentablemente están sustentadas y justificadas? ¿Por qué se resiste a hacerlo? Digo, ese es el mensaje, es la impresión que me queda. ¿Acaso delegó en alguien más esta tarea? Si la respuesta es sí a la última pregunta, ese alguien no es confiable porque en lugar de resolver, empeoró; en lugar de ayudar, perjudicó; y en lugar de avanzar, atrasó. Alguien así debería estar fuera del Gobierno y, en todo caso, si delegó el asunto, la lectura, después de lo vivido, es que no le interesa y se desentendió.Después de lo que hemos pasado, y todavía, por obra y gracia de los gobiernos autoritarios, la esperanza es de un cambio radical, pero aún no se ve claro. Lo escribí la semana pasada, lo reitero ahora: “[…] se trata de construir y reconstruir, venimos de tiempos terribles y hasta ahora no hay muchas noticias de que el cambio nos conduzca a mejores condiciones”. Sigo esperando mejoras, hoy, por lo pronto, para las mujeres.(lauracastro05@gmail.com)