Habiendo sido necesario siete encuentros para que uno de los dos competidores lograre la cuarta victoria y debiendo jugarse 12 innings del último juego, culminó la Final por la corona de campeón de la temporada 2017-2018 en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito de beisbol profesional en México jugándose en invierno, siendo constante apasionada disputa deportiva entre Mayos de Navojoa y los ahora monarcas Tomateros de Culiacán, que emergieron triunfantes tras cantarse el último tercio del encuentro efectuado el pasado domingo 28 de enero en el Estadio Manuel “Ciclón” Echeverría de Navojoa, obteniendo los culichis su undécima corona de la LMP, de ahí que sea el escuadrón cuyo roster de peloteros será base del seleccionado mexicano que defenderá la casaca mexicana en la sexagésima edición de la Serie del Caribe, cuyos 13 eventos serán desahogados en el Estadio Panamericano de Beisbol de la Colonia Tepeyac, en Zapopan, casa de los Charros de Jalisco.Tras la sorpresa que representó la humillante eliminación por barrida sufrida por los otrora favoritos Águilas de Mexicali al ser desplumados en la serie de Semifinal por los Tomateros de Culiacán —que habían pasado como el menos malo de los derrotados en la serie de Repesca tras ser vencidos en reñida contienda de siete juegos por los Charros de Jalisco—, al endilgarles a los fronterizos cachanillas de la capital bajacaliforniana cuatro derrotas hilvanadas, descarrilándolos rumbo a la Serie Final, los capitalinos sinaloenses enfilaron con la ventaja de mayor descanso y el ánimo por todo lo alto para enfrentar a los Mayos, quienes tras el desenlace de la otra muy competida serie Semifinal entre ellos y los Charros de Jalisco llegaron a la Final rumbo al título de la LMP.La batalla última en pos de la corona fue disputada por las dos más relevantes escuadras de la LMP que contaron con la mejor gestión para armar y mantener un buen conjunto de peloteros tanto mexicanos como especialmente los importados, los que tanto a lo largo del acumulado en el calendario ordinario como en la Postemporada plantearon la mejor estrategia y tuvieron el mejor manejo de sus jugadores a cargo de los respectivos mánagers, además de haber acertado en las decisiones en cuanto a haberse reforzado en cada etapa de los Playoffs.Merecen reconocimiento a su esfuerzo ambos conjuntos, los Tomateros de Culiacán, cuya directiva encabeza Héctor Ley, novena piloteada inteligentemente por el polémico y hasta antipático Timonel Romar Benjamín Gil —dirigiendo incluso con uso de tácticas agresivas rayando en la línea divisoria entre las marrullerías deshonestas y la técnica legalmente permitida para aprovechar situaciones ventajosas para el ánimo triunfal de su escuadra y la inhibición del estado anímico positivo de los contrarios— y los sonorenses Mayos de Navojoa, cuya directiva preside el empresario Víctor Cuevas y que tuvo por mánager al venezolano Willy Romero que lució exceso de moderación y escaso de argucia al perder oportunidades de fomentar el éxito de su equipo. Culiacán ganó los primeros dos cotejos como visitante en la casa de Navojoa, Mayos acudió y logró triunfar en dos de los tres juegos celebrados en el estadio de Tomateros para regresar a ganar el sexto juego y emparejar la serie, más a pesar del enorme esfuerzo desplegado contando el sólido respaldo de su público las huestes del Mayo no pudieron cumplir la sentencia popular que dice: “caballo que alcanza gana”, dejando ir varias oportunidades la ventaja para ganar el juego y obtener su tercera corona de la LMP.Interesante el contraste entre las organizaciones beisboleras de Culiacán y Navojoa. Los culichis tienen una pesada nómina —quizá sólo superada por la de Charros de Jalisco—, cuentan con un moderno estadio que es el más grande y mejor equipado de Latinoamérica, apenas inaugurado en la temporada 2015-2016; los Mayos es una organización destacada por preservar exitosamente su franquicia a pesar de la mediana economía de esa región, con un estadio vetusto sin contar con mayor apoyo gubernamental y con la nómina más barata de la LMP, mas con una poderosa afición que aporta extraordinario respaldo a su equipo, logrando armar un gran equipo entre cuerpo técnico y peloteros que llegaron a la Final tras un muy buen desempeño en el calendario ordinario de la temporada y una sólida labor en la Postemporada. Ambas organizaciones desplegaron su máximo empeño destacando por Culiacán, además del polémico y antipático pero eficaz mánager Benjamín Gil, varios peloteros fundamentales como : Anthony Vásquez, Edgar González, Sebastián Elizalde, Joey Meneses, Ronier Mustelier, Andy Wilkins, Justin Greene, Román Alí Solís, Oliver Pérez y Chad Gaudin, entre otros, así como por Navojoa: Jaime Lugo, Jesse Castillo, Paul León, Jovan Rosa, Randy Arozarena, Alex González, Carlos Bustamante, Daniel Moskos y el refuerzo proveniente de Charros Tyler Alexander, sin restarle mérito al mánager Willy Romero, que aunque superado coyunturalmente en la Serie Final por el colmilludo piloto de Culiacán Benjamín Gil, el venezolano de los Mayos logró conducir a su tribu hasta la recta final del torneo cayendo con la frente en alto. Memorable serie y extraordinario el último enfrentamiento, con grandes lances y sin faltar errores e imprevisiones propias del gran juego de pelota, justificadamente respetado como lo que sin duda es: el Rey de los Deportes.