Por fortuna, la conseja de que “los toros -las corridas de toros, más exactamente- no tienen palabra de honor”, no aplica para los conciertos de música: la regla es que tanto los melómanos, en la música culta, como los “fans”, en la música popular, los disfruten.Fue el caso del sexto programa de la Tercera Temporada 2021 de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), la noche del jueves en el Teatro Degollado. Modificado con respecto al originalmente anunciado, el programa, contra lo que ordena la costumbre, no incluía ninguna obra de repertorio: todas eran (son) de autores poco conocidos por el público local; es posible que todas fueran sendos estrenos en Guadalajara.La concurrencia fue menor a la de las veladas precedentes: menos de media sala. Sin embargo, la función -especialmente breve, por cierto: poco más de una hora- mereció, con creces, cálidos aplausos y la nota aprobatoria tanto por lo ameno de las partituras como por el desempeño de los ensambles -un noneto y un quinteto- encargados de su ejecución.“Noneto”, de Louise Farrenc -compositora francesa que ha sido calificada como “sin duda, la mejor mujer compositora del siglo XIX”- justificó el prestigio que, en vida, le dio a su autora. Es una obra en cuatro movimientos, agradable en los aspectos melódico y armónico, con pasajes propicios para el lucimiento de todos los instrumentos (violín, viola, cello, contrabajo, flauta, oboe, corno, fagot y clarinete), y que remite a modelos como Schubert (“La Trucha”), Mozart y Beethoven.El quinteto de metales (dos trompetas, corno,tuba y trombón) abrió con “A Western Fanfare”, del compositor contemporáneo estadounidense Eric Ewazen. La obra -como corresponde a una fanfarria- empieza y termina en un tono heroico, brillante, con una parte lírica, muy armónica, en medio.“Arrebato”, de Albert Guinovart (compositor catalán, también contemporáneo), y “Moldavia”, del conjunto austriaco Mnozil Brass, en arreglo de Yael Fiuza, son divertimentos que respetan los cánones, demandan gran agilidad y aun virtuosismo en la ejecución, y recuerdan las alegres travesuras de “Canadian Brass” y grupos similares.Cerró la función “Blue”, del trompetista Thomas Gansch -integrante de Mnozil Brass-; es una obra ligera, cautivante, que sirvió al grupo (como suele hacer el ensamble austriaco) para presentar a sus músicos.El programa, como de costumbre, se repite este domingo, en la misma sala, a partir de las 12:30 horas.