El pasado lunes el Gobernador de Jalisco declaró, durante su intervención en la presentación de las Academias Deportivas de Chivas, que el equipo del Guadalajara había sido "víctima de un robo brutal", refiriéndose a la acción arbitral vivida en su partido contra el Monterrey.El mandatario fue criticado por diversos medios y en distintas redes sociales ante tales declaraciones. El sustento principal: un gobernador no debería hablar sobre esos temas superponiéndose a las autoridades en materia de fútbol. Pero es cierto, vivimos un robo brutal. Y no hablo del balompié. En general en Jalisco nos robaron la paz. Ocurrió hace tiempo, pero nadie ha hecho nada para recuperarla. En Jalisco hay robos y asaltos todos los días que no se denuncian por la pérdida de tiempo y la falta de resultados, lo cual es utilizado para decir que la incidencia delictiva va a la baja.En Jalisco nos robaron la tranquilidad, porque si bien los homicidios dolosos disminuyeron 30% entre enero y julio de este año, en comparación con el mismo periodo de 2019, el número de cuerpos hallados en fosas clandestinas creció poco más del 100%, al pasar de 111 cuerpos entre enero y julio de 2019 a 232 en el mismo periodo de este año, según datos de la Fiscalía Estatal. Es decir, hoy día en Jalisco es más probable que a una persona la asesinen y sea minimizada a restos humanos que serán inhumados en alguna fosa clandestina, a que una persona sea asesinada en la calle, convirtiéndose en cifras a relucir para demostrar una falsa sensación de seguridad mientras decenas de madres, esposas, hermanas y amigas recorren campos y terrenos en busca de sus seres queridos.A lo anterior se suma la brutalidad del crimen organizado para sembrar terror social (recordemos que ya hablamos semanas atrás sobre el concepto de terrorismo) más allá del evitar ser castigados: además de asesinar y seccionar a sus víctimas han optado por calcinarlas, dificultando todavía más la identificación de los cuerpos.Lo vimos recientemente en el caso de Lagos de Moreno, donde, en menos de un mes las autoridades han encontrado siete víctimas calcinadas de las cuales no se ha podido obtener información genética que permita hacer un cruce con las familias que buscan. Siete personas.A Jalisco le robaron brutalmente. Pero el fútbol es una empresa, a veces hay ganancias y otras veces hay pérdidas, con la seguridad de un estado no se juega, la seguridad de un estado se enfrenta. Y haciendo uso de las analogías, si tanto gusta el fútbol o el béisbol a los gobiernos, una forma de atender lo que ocurre en Jalisco, y en general en México es el establecimiento de estrategias y trabajo en equipo, establecer bases, analizando los puntos débiles del “equipo contrario”, cuál es su mejor defensa, si tiene alguna debilidad o por dónde se le puede llegar para superponerse y tomar el mando.Mientras el problema no se reconozca y se trabaje solo para contener, en lugar de atacar, la situación del Estado, base de operación de uno de los cárteles más poderosos, no mejorará.
