Este lunes 10 de agosto, en el ejercicio cotidiano de marcaje de agenda que es la rueda de prensa mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa vivimos bajo las órdenes de un “narcoestado”. El presidente se refirió a quien fue secretario de Seguridad durante aquel régimen, Genaro García Luna, actualmente detenido en los Estados Unidos y a la espera de que se desahogue un juicio en su contra en el que lo acusan de diferentes delitos relacionados con el narcotráfico.La historia es vieja. Muy repasada de hecho.Desde diciembre del año 2019, García Luna fue detenido en Texas. Varios meses después la mañanera nos impone el seguimiento a esa narrativa.Todo esto, cuando menos, irónico.Las autoridades del país vecino acusan al ex secretario de Seguridad del calderonato de delitos que se cometieron en perjuicio de ciudadanos, instituciones y legislación de Estados Unidos. Nada qué ver con intereses de México o los mexicanos.Estamos, otra vez, ante la probada capacidad del presidente López Obrador de “revivir” temas trillados que evitan la confrontación con la realidad inmediata.Mientras García Luna sigue detenido y a la espera de juicio, en México se rebasaron los 53 mil fallecidos (cifras oficiales) a causa de la pandemia del coronavirus; además, siguen pendientes de solución las inconformidades de maestros que no están conformes con la determinación de iniciar el ciclo escolar vía televisiva.¿Más temas de atención urgente?La tasa de homicidios e inseguridad que tradicionalmente se atribuye al ajuste de cuentas entre organizaciones del crimen organizado; o es posible también citar el incremento en las agresiones contra mujeres en todo el país, a unas semanas de que se haya iniciado el desconfinamiento después de la pandemia.También se puede citar que siguen pendientes el seguimiento a las obras en el aeropuerto de Santa Lucía o las quejas explícitas del secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo, a quien le filtraron una conversación en la que aseguró que a la Cuarta Transformación le faltan principios rectores y está convertida en una arena de lucha entre los miembros del gabinete presidencial. Después del escándalo, el presidente sólo aseguró que en su equipo de gobierno se permite la pluralidad de opiniones. Pero nada más.Otro tema reciente: más personas se manifestaron durante el fin de semana para manifestar su rechazo a la gestión presidencia. Que no coman ansias, les respondió el mandatario, porque podrán hacer valer su postura en una eventual consulta de revocación en el año 2022.Más cosas podrían citarse. Pero no tiene sentido elaborar un listado más largo.Lo importante del caso es que si a Genaro García Luna jamás lo detuvieron en México, ni se procedió contra él por su escandaloso e ilícito desempeño como uno de los hombres más poderosos del país, la falta es de la Fiscalía General de la República, antes PGR.¿Pero de qué sirve acusar ahora si no se procedió antes?Si condenan a García Luna en Estados Unidos, mérito será de la justicia norteamericana.En México nos urgen más el abasto de medicamentos, la habilitación del sistema nacional de salud y la mejor organización posible para atender las consecuencias de la pandemia.