Uno de los jugadores más importantes de España, Manolo Santana, es quien abre la puerta a los triunfos de jugadores hispanoparlantes en Wimbledon y se ve por primera ocasión un campeón hispanoparlante, quien en sets consecutivos derrotó al estadounidense Dennis Ralston.Treinta y seis años después un jugador argentino volvería a ilusionarnos cuando David Nalbandián quedó subcampeón, perdiendo fácilmente la Final ante el australiano Lleyton Hewitt. Después otro de los mejores del tenis del mundo y que actualmente sigue siéndolo es Nadal, el monstruo del tenis hispanoparlante también en Wimbledon. El mejor arcillista de la historia y segundo en cuanto a cantidad de títulos de Grand Slam ganados, Rafael Nadal vencería a Roger Federer en 2008 en lo que se cataloga como una de las más grandes y dramáticas Finales de la historia en cinco sets: 6-4, 6-4, 6-7 (5-7), 6-7 (8-10) y 9-7. El tenista español de 22 años volvería a levantar el trofeo en la cancha central dos años después, sometiendo sin dificultad al checo Tomas Berdych. Antes que esto sucediera la hermosa jugadora argentina, Gabriela Sabatini, la que más se acercó en singles y primera campeona en dobles, sería la ex Top 3 de la WTA. En 1991, la tenista argentina perdió apretada Final contrala leyenda alemana Steffi Graf por 6-4, 3-6 y 8-6. Curiosamente, Sabatini, haciendo pareja con Graf, se convertiría en la primera hispanoparlante en levantar el trofeo al ganar el dobles en 1988.Héroes mexicanos de los dobles en la Catedral del Tenis. Sería el mejor jugador azteca de la historia, Rafael Osuna, quien pondría en alto al tenis mexicano al ganar dos veces el dobles en Wimbledon. Primero haciendo equipo con Dennis Ralston en 1960, y tres años después de la mano de su connacional Antonio Palafox, Osuna se proclamaría campeón de dobles en Wimbledon. En 1976, otro tenista mexicano, Raúl Ramírez, y su inseparable compañero Brian Gottfried, derrotaron a los australianos Case y Masterson en cinco sets. Tres años antes en mixtos, Ramírez llegaría a la Final de pareja de la estadounidense Janet Newberry.Otro jugador argentino, Enrique Morea, quien llegó tres veces a la Final de mixtos en Wimbledon en 1952, 1953 y 1955, sin poder concretar el triunfo.Otro jugador mexicano que llegó a la Final de dobles fue Leonardo Lavalle, al lado del argentino Javier Frana.Tres triunfos en singles en 141 años concluyen inobjetablemente que el césped de Wimbledon parece no estar hecho para los hispanoparlantes.