A nadie escapa que el 2 de junio del 2024 será una fecha crucial para el futuro de México. Lo que está en juego es asegurar que el orden republicano, liberal y democrático que preconiza nuestra Constitución se mantenga, o bien, se abra la puerta para que éste sea sustituido por un régimen autoritario.En esta gran decisión, lo que suceda en el Estado de Jalisco en los próximos meses será de influencia mayúscula en el terreno nacional.No sólo se trata de la Entidad que es primer productor agropecuario del país, sino que se encuentra entre los cinco Estados más pujantes y su crecimiento económico ha sido notable, incluso frente a los yerros del Gobierno federal. Jalisco es uno de los centros industriales y urbanos más vigorosos del país y su contribución a la cultura y el arte del país es inmensa. Por ello, no es exagerado decir que la atención del país está puesta en cómo resolverá Jalisco su actual dilema político.En 2024 se disputan en Jalisco la gubernatura, 38 diputaciones locales y 125 ayuntamientos. Además de la elección de los diputados federales de 20 distritos y los senadores. El mapa político del Estado es similar al resto del país. Morena y sus aliados son altamente competitivos, lo cual obliga a la oposición a cerrar filas ante la amenaza de que el obradorismo pueda ganar la gubernatura, la elección del Senado, diputaciones federales y Iocales, así como múltiples alcaldías. Esta posibilidad pone el reflector en la oposición. A diferencia de lo que pasa a nivel nacional, en Jalisco Movimiento Ciudadano es el partido con más influencia hoy en día. Su ascenso ocurrió al tiempo que el PRI y el PAN se debilitaban, aunque hay que reconocer que estos dos partidos mantienen una presencia de ninguna manera deleznable en el Estado.Las encuestas colocan a Movimiento Ciudadano y Morena encabezando la batalla rumbo al 2024. Un poco más a la zaga se encuentra el PAN y el PRI.Una coalición al menos del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano sería invencible contra Morena y sus aliados. Lo mismo ocurriría con una coalición entre MC y el PRI o entre MC y el PAN. Pero si MC compite aislado, existe una posibilidad alta de un triunfo de las fuerzas que apoyan al obradorismo. Un triunfo de esta tendencia política en Jalisco sería descorazonador y preocupante en grado extremo. Por ello la importancia de que Jalisco le dé una gran lección al país entero. Los ciudadanos de este Estado ya lo han demostrado, saben reconocer cuando un Gobierno cumple con sus expectativas, por el cual fue electo, pero también optan por castigar a aquella alternativa que consideran no funcionó. Su madurez es envidiable.Lograr una coalición de partidos además de ser benéfico para Jalisco cerraría el paso a la amenaza constante que representan gobiernos como los de Morena, que sólo han demostrado ineficiencia en la implementación de políticas públicas; una coalición no sólo es un asunto electoral sino de una mejor expectativa de vida para sus habitantes. El reto es grande, pero más difícil será si no se anteponen los intereses de la gente a los partidistas o hasta personales. Jalisco es orgullo nacional en muchos aspectos y están ante la gran oportunidad de mostrarnos una vez más al resto de país que cuando se actúa con responsabilidad y se involucra a los ciudadanos los resultados son mejores.La unidad partidista y más importante aún, un nuevo acuerdo con la sociedad civil, entraña el triunfo de Jalisco y, por consiguiente, una gran posibilidad de conseguirlo en el país entero.