Tanto para el Gobierno federal como para el Gobierno estatal, las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer que se vienen realizando desde inicios y hasta finales de este mes de marzo, y que tienen en las marchas del #8M a realizarse hoy su expresión más visible, vuelven a coincidir con desencuentros y dificultades para entender y atender las principales demandas de la agenda feminista, en la que destaca, por su gravedad, el combate a la violencia contra las mujeres.Por lo que toca a Jalisco, las manifestaciones que saldrán hoy de tres frentes con distintos itinerarios coincidirán con uno de los inicios de año con mayor número de feminicidios que además de no recibir la atención debida de las autoridades para tratar de combatirlos, también han sufrido la falta de empatía en el discurso oficial con el que tratan de eludir su responsabilidad para enfrentar este lastre.Además de las aterradoras cifras de la escalada de casos de violencia contra la mujer, y su expresión más radical como son los feminicidios, en este inter se registraron casos emblemáticos de la gravedad de la tragedia y que coloca en toda su dimensión las fallas institucionales para atacar este fenómeno y la degradación social que lo provoca, como lo ocurrido en Poncitlán el último día de enero, cuando Alondra y su madre Liliana fueron asesinadas en las oficinas del Ministerio de la Fiscalía de Jalisco, a donde acudieron a denunciar por segunda vez a su ex marido que fue a impedirlo a balazos para luego huir. Contrario a la inercia de impunidad que engendra más agresiones contra las mujeres, en este caso el feminicida fue detenido días después en el Estado de Nayarit. Se registraron también casos paradigmáticos de la casi nula procuración de justicia con perspectiva de género e incluso de complicidad patriarcal del poder, entre los que sobresale el del magistrado con licencia José de Jesús Covarrubias, quien lleva un año prófugo acusado de abuso infantil y a cuya denunciante, su ex pareja sentimental, en el Poder Judicial le han hecho la vida de cuadritos.En el caso del Gobierno federal, a la falta de empatía y comprensión a las demandas del feminismo que ha exhibido a lo largo de su gestión presidencial, ahora llega con dos delicados frentes abiertos. Por un lado, la impugnación que hizo Morena y la bancada legislativa de la 4T a la determinación del Tribunal Electoral de la Federación de que la próxima presidencia del Instituto Nacional Electoral (INE) sea ocupada por una mujer; y por el otro, las delicadas acusaciones que desde la tribuna presidencial mañanera ha lanzado Andrés Manuel López Obrador contra la primera presidenta mujer de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña, que ya provocó que en desplegados públicos mujeres del ámbito judicial, social y académico pidan al Presidente que cese la violencia verbal contra la ministra presidenta. Así el #8M 2023 que hoy vuelve a incomodar, y ojalá haga reaccionar al poder para parar los feminicidios, pero también los miles de casos de acoso callejero, laboral y escolar que siguen padeciendo en México las mujeres.jbarrera4r@gmail.com