La democracia es un gobierno de opinión (Sartori). De ahí la importancia de la opinión pública. Una manipulada no es lo optimo, sino el buscar una opinión informada. El voto finalmente es una opinión personal sobre el quién tomará las decisiones. ¿Cuales? Las de la circunstancia y no necesariamente las prometidas como candidato. Las promesas de campaña por eso no me significan las acciones venideras, sino en todo caso y no menos importante, su forma de analizar los problemas y su resolución. Son relevantes para saber como piensan los candidatos. No más.En ese sentido, mucho se ha luchado por la neutralidad del Gobierno respecto de la opinión pública para contar con una más genuina. Aun así, ya nos parece normal la promoción de López Obrador mediante la comunicación gubernamental tratándose de programas sociales. Con la llegada del lopezobradorismo, tanto la Constitución como la Ley han sido modificadas por un acto paranormal. Pudiera decirse: como AMLO tiene la posibilidad de modificar de facto hasta la Constitución, no es necesario modificar la normas vulneradas con su diario actuar.Tenemos así un gobierno cuya misión primordial y sin recato alguno es atrapar votos. El llamado clientelismo no es otra cosa que el intercambio del voto por un bien o servicio, pero ahora ya no a cargo de un partido, sino a cargo del Gobierno, financiado con sus impuestos, paciente lector. Y si a eso le agregamos la manipulación de las redes sociales ya tantas veces reseñada aquí amén de otros lados. Y ejercida (y azuzada en las mañaneras) de forma magistral por el pejelagartismo -ésta semana en el ITESO se habló sobre la estructura llamada #RedAMLOVE, la cual fue negada en su existencia (en contra de toda evidencia) por el propio AMLO en una de sus mañaneras-, nos encontramos ante un ataque real contra la democracia. Ante una voluntad de deshacernos de ella al pretender una opinión pública distorsionada y comprada.Parcializar al electorado con las medidas clientelares anunciadas, dicho por un reciente estudio de Maria Amparo Casar (https://www.nexos.com.mx/?p=41305) estarían pesando sobre alderredor de la mitad de los votos a emitirse en la próxima elección intermedia.Así, tan solo con esos dos elementos el lopezobradorismo tiene casi garantizado un triunfo arrollador en las elecciones intermedias. Pero viene en camino un tercer elemento para agregar a la manipulación de redes y compra del voto. Se trata de la revocación de mandato. Figura aún no contenida en la Constitución pero iniciado ayer jueves el procedimiento para llevarla a la constitución mexicana. Es, uno de los conceptos de democracia directa, siempre y cuando siempre permanezcan como auxiliares de la representativa: la del voto. La constitución ya regula las consultas ciudadanas (no las patito como la del aeropuerto) y las iniciativas de ley ciudadanas. La revocación de mandato, ésto es, someter a votación la continuidad o no en el cargo, desde mi perspectiva es una figura no muy conveniente. Agita las aguas cuando deben estar calmas y no tiene mucho sentido, menos cuando no hay reelección como es el caso hasta hoy de la investidura presidencial.Lo anterior permitirá ver de nuevo en la boleta a López Obrador y haciendo abiertamente campaña para la elección intermedia, si bien ya lo hace de forma velada a través de sus sermones mañaneros. Y aun se duda que va por la reelección. Mañaneras, revocación de mandato, manipulación de redes sociales y compra del voto. No lo ve el que no quiere.