Culpar a las víctimas de violencia es ponerse del lado del agresor. Paola fue abusada sexualmente en su departamento y, después de denunciar a su agresor, fue condenada a 100 latigazos y 7 años de prisión. A la mexicana, de 27 años, la juzgaron bajo la ley islámica, por el delito de “sexo extramarital”. Estaba en Qatar, del otro lado del mundo, en Medio Oriente.Roxana, de 22 años, pasó los últimos 9 meses encarcelada por defenderse: la joven indígena asesinó al hombre que acababa de golpearla y violarla. La encerraron en una penal del Estado de México. Está acusada por el delito de homicidio simple con “exceso de legítima defensa”; aún no ha sido absuelta, pero podrá continuar el juicio en libertad.Ambas fueron abusadas en su propia vivienda, por personas a quienes conocían; ambas pasaron de víctimas a victimarias. Para evitar la cárcel y los latigazos, a Paola Schietekat le dieron la alternativa de casarse con su agresor, quien sigue libre. ¡Vaya disparate! Denunció al tipo que la violó y el caso se volvió en su contra: la detuvieron, la sentenciaron a cárcel y latigazos por sostener una “relación extramarital”, con la “opción” de casarse con el agresor (vivir y convivir a diario con él) para que el Estado la perdone. Peor que el mundo al revés.La joven es economista y tenía más de un año viviendo en Medio Oriente, donde trabajaba en la organización del Mundial de Futbol, que se realizará en noviembre en Qatar. Como pudo, Paola logró salir de ese país el año pasado. Su caso se hizo público recientemente, cuando denunció en redes sociales lo que pasó, además del poco apoyo, indiferencia y desconocimiento del personal de la embajada de México en el país islámico.“Después de este proceso, caí en cuenta de que, a pesar de mis grados académicos, preparación profesional, independencia financiera y a pesar de trabajar para el gobierno qatarí, soy vulnerable a las violaciones de derechos humanos de instituciones arcaicas y abusivas, e incapaz de encontrar protección en mi consulado, cuya tarea más importante es la de salvaguardar el bienestar de las y los mexicanos en el exterior”, compartió en redes el pasado 7 de febrero, junto a una foto donde muestra los moretones en el brazo, huellas de la agresión que sufrió.Días después, el 18 de febrero, el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, publicó en Twitter una fotografía junto a Paola, asegurando que el mejor abogado de la dependencia “se hará cargo de defenderla y de que sean respetados todos sus derechos como ciudadana mexicana”. Su proceso sigue abierto.A Roxana Ruiz la detuvieron en mayo del 2021, cuando sacaba de su casa el cadáver de su agresor; lo mató mientras se defendía: el tipo la había violado y golpeado. Cuando la arrestaron les dijo que el tipo la había agredido sexualmente, pero no le realizaron exámenes médicos ni psicológicos para comprobarlo y que pudiera utilizarlo en su defensa. A la joven indígena, madre de un niño de 4 años, la han acompañado su mamá y colectivos feministas. El proceso penal continua.Decir que las mujeres víctimas de violencia son culpables es estar del lado del victimario... Necesitamos dejar de culpar a la mujer de ser agredida por cómo viste, por ir a fiestas, por andar sola de noche o beber, por abrir la puerta de su casa, por haber confiado… Dejemos de juzgar. La violencia contra las mujeres muchas veces comienza en el hogar, y más que alguien que las señale, buena falta hace el trabajo en prevención y educación, así como en su atención para que no siga perpetuándose.Instagram: vania.dedios