En materia de gobierno y en la vida pública ocurren cosas que opacan cualquier esfuerzo y proyecto. Todos los méritos arduamente conseguidos se esfuman cuando este tipo de eventos se presentan, casi con precisión maquiavélica. Así pasa, por ejemplo, con la constante lucha contra la criminalidad en Jalisco, uno de los temas que parece estar controlado por una voluntad decidida a derrotar al gobierno estatal que encabeza Enrique Alfaro Ramírez.El hecho: el fin de semana se organizó una reunión festiva en una finca cercana a la zona de Chapultepec. En ésta participó una treintena de personas emparentadas con el mandatario Enrique Alfaro, incluida su prima, la diputada priista Mariana Fernández Ramírez.Ella, de hecho, hizo su propia narración su cuenta de Twitter, @mariana_fdezr. Expresó que por segunda ocasión vio pasar su vida en segundos.El gobernador Enrique Alfaro aceptó conocer a los afectados. Son sus parientes; e igual que lo hizo el alcalde Ismael del Toro, adelantó que están en curso las investigaciones.¿Una mera anécdota?Me parece que no. A pesar de las visitas de Alfonso Durazo, el secretario nacional de Seguridad, a pesar del proyecto de Policía Metropolitana y la presencia de la Guardia Nacional, queda el convencimiento general de que los ladrones y delincuentes tienen todas las ventajas, incluso frente a la familia del mismo gobernador.Como dicen en el barrio: “Si eso le pasa a los primos del gobernador, qué nos espera a los demás”.