La historia del boxeo mexicano tan extensa, páginas escritas con letras de oro, nombres que convirtieron en potencia al pugilismo nacional con demostraciones espectaculares, producto reconocido en el globo.Baby Arizmendi es de los gigantes que fueron construyendo la escuela boxística mexicana, sus exhibiciones han prestigiado hasta a los más recientes representantes nuestros. Algunos historiadores lo registran como el primer campeón mundial mexicano; nacido en Tampico en 1913, debutó en el profesionalismo a los 18 años de edad, le ganó a “Kid Gorila”, en su natal Tampico, Tamaulipas, en 1930. Después a presentarse y ganar en Torreón, Laredo, derrotó a José Pérez Flores “Battling Shaw”; Ciudad de México, y de El Toreo de Cuatro Caminos, le ganó a Fidel LaBarba, a la internacionalización, debutó en el Olympic Auditorium en 1932. Lo que siguió en su carrera, peleas ante varios monstruos sagrados de todos los tiempos: Tony Canzoneri en 1934, Baby perdió. Henry Armstrong, cinco enfrentamientos entre 1934 y 1939, dos ganó Arizmendi, celebrados en Ciudad de México; las tres victorias de Armstrong fueron en Estados Unidos. En el listado se lee a Chalky Wraight, lo noqueó el mexicano. Perdió con Rodolfo “Chango” Casanova y Lou Ambers; le ganó a Sammy Angott.La carrera de Arizmendi concluyó en 1942, Román Álvarez lo derrotó en Hollywood. En 1931 el tamaulipeco realizó 11 peleas, mientras que en 1932 sostuvo 13, igual que en 1933. En 1942 desarrolló cuatro encuentros. Arizmendi falleció el 31 de diciembre de 1962, a la edad de 49 años. Y Mike Tyson primero, ahora Evander Holyfield alborota el cotarro en los pesos completo, tras anunciar, a sus 57 años de edad, que saldrá del retiro para realizar peleas de carácter benéfico. Aficionados del globo esperan ver a Holyfield y Tyson, de 53 años de vida, otra vez dentro de un cuadrilátero. Unir estas marcas es negocio desde cualquier ángulo. Sus regresos a las salas de entrenamiento han provocado gigantescos despliegues publicitarios, en todo el mundo... Y por ahí estaré atisbando.
