La Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) tendrá a Rodrigo Sierra Moncayo como director huésped y a Caroline Bembia al arpa, para su cuarto concierto -virtual, como los tres precedentes- de la Segunda Temporada 2020. El concierto fue grabado el viernes, en el Teatro Degollado, todavía sin público a causa de la pandemia de covid-19, y será difundido el domingo a las 12:00 horas a través de Jalisco TV, y posteriormente a través de las redes sociales de la OFJ.Los programas anteriores de la serie incluyeron obras poco conocidas, quizás injustamente olvidadas, de autores reconocidos; (Beethoven y Mendelssohn hace una semana). Para el cuarto se programaron obras de Carlos Chávez, Ravel, Debussy, Respighi y Grieg.Más allá de las exigencias técnicas que implica, Energía para 9 Instrumentos, de Chávez, acusa las marcadas influencias de Stravinsky casi inevitables de la época en que fue escrita: una época de rompimiento con los cánones clásicos. Anárquica en el ritmo, pletórica de disonancias, desprovista de una línea melódica reconocible o de armonías que la hagan agradable al oído, la pieza tiene en su brevedad (alrededor de 10 minutos) su única virtud.La Introducción y Allegro -para arpa, flauta, clarinete y cuarteto de cuerdas-, de Ravel, está considerada como una pieza icónica del impresionismo musical. Como la mayoría de las obras de esa corriente, recrea una atmósfera apacible, amable. El arpa es el instrumento dominante, pero es arropado por los demás con sugerentes armonías.Las Danzas Sagradas y Profanas, de Debussy, se han ganado por derecho propio un lugar en los repertorios. Nicanor Zabaleta fue uno de sus intérpretes sobresalientes. El arpa por momentos dialoga y por momentos juguetea, generalmente en un tono intimista, con el resto de la orquesta, respetuosa tanto de los delicados matices como de las limitaciones sonoras del instrumento solista.Las Arias y Danzas Antiguas (Italiana, Aria de Corte y Siciliana), de Respihgi, tienen asimismo un tono apacible, propicio para la meditación, alejado de la brillantez de otras obras del mismo autor (“Los Pájaros”, “Los Pinos” o “Las Fuentes de Roma”), que tratan de recrear ambientes y lugares.Finalmente, la Suite Holberg, de Grieg, también para orquesta de cámara, evoca otras páginas amables del mismo autor (la suite Peer Gynt, por ejemplo), y justifica comentarios como el de que “suena como si Mozart la hubiera compuesto… de haber vivido algunos años más”.
