La política estilo Marvel se basa en un guion archiconocido: un héroe lucha contra un villano que quiere destruir al mundo. Esta historia contiene una premisa indispensable: el héroe siempre necesita un villano. Sin el villano, el héroe no existe. ¿Para qué salvar al mundo si ningún peligro lo amenaza? Tras el suicidio en abril de Raúl Padilla López, fundador y líder del Grupo Universidad, Enrique Alfaro se quedó huérfano de villano. Tardó tres meses en encontrar a su nuevo archienemigo: Dante Delgado Rannuro, líder nacional de Movimiento Ciudadano, con el que rompió definitivamente. Toda la carrera política de Alfaro se sostiene en el argumento marveliano del superhéroe. Como alcalde del PRD “liberó” a Tlajomulco de Padilla López. Como oposición enfrentó a Aristóteles Sandoval y la vieja política. Como alcalde tapatío culpó de la inseguridad al Estado. Como gobernador desafió al Presidente Andrés Manuel López Obrador y “los sótanos del poder”. Tras aliarse con Padilla López para alcanzar la gubernatura, rompió otra vez con él. Observen cómo siempre hay un problema, cuya determinación de nuestro héroe para resolverlo, lo coloca del “lado correcto de la historia”. En cada ocasión esa persecución imaginaria del villano tiene un denominador común: la conquista del poder político. Por eso no hay que quebrarse la cabeza para entender el rompimiento de Alfaro con Delgado Rannuro. La ecuación es muy simple: el gobernador necesita un nuevo enemigo para su siguiente paso. Ese paso consiste en alcanzar un maximato que le dé inmunidad y poder transexenal en Jalisco. Para conseguirlo necesita ganar la gubernatura el próximo año con un alfil de su entera confianza: su amigo Clemente Castañeda. El senador, lo he comentado antes, ganó su curul junto a Vero Delgadillo en 2018 gracias a la coalición con el PAN y el PRD. Sin esa alianza, MC habría quedado en tercer lugar, superado por Pedro Kumamoto y Morena (sólo el PAN le dio a los naranjas casi medio millón de votos). El bajo rendimiento electoral de Castañeda frente a la fuerza de Morena -que en 2024 impulsará a su candidato en Jalisco con todo el respaldo del Gobierno federal- hace indispensable que los emecistas consoliden una alianza local con el Frente Amplio por México para asegurar el triunfo. Una elección a tercios, en donde compitan por separado Morena, MC y el Frente, es una apuesta al vacío. Incluso con Pablo Lemus como candidato a gobernador, que tanto presume su popularidad, sin una alianza enfrentaría una contienda altamente riesgosa. Superman necesita a Lex Luthor para darle sentido a su mundo. El talento político de Alfaro consiste en tener la sangre fría para distinguir en qué momento sus amigos le sirven más como enemigos. Porque siempre, siempre, siempre, necesita a un villano para dar el siguiente paso. jonathan.lomeli@informador.com.mx