El boxeador mexicano, históricamente, se ha distinguido por el respeto a sus adversarios, dentro y fuera del ring. Baby Arizmendi, Joe Conde, Juan Zurita, "Kid Azteca", José Becerra, "Púas" Olivares, Salvador Sánchez, Julio César Chávez, Juan Manuel Márquez, vaya elenco, prestigió el profesional comportamiento reconocido en el mundo.Salvador Sánchez, hacía oídos sordos de las declaraciones de sus oponentes y de sus esquinas, él, como sus colegas mexicanos, hablaba en el ring. Con seriedad, sin bravuconadas, ponía las cosas en su lugar. Otro ejemplo, Ricardo "Finito" López, boxeadorazo, y también un caballero. Saúl "Canelo" Alvarez, sorprendió a los aficionados nacionales, cuando con palabra altisonante se refirió al entrenador de "GGG" Golovkin, el mexicano Abel Sánchez, comentario que no corresponde a la ética que ha conformado la grandeza de la escuela boxística mexicana. Pero no era "Canelo", él recibía el guión que le preparaba el grupo que entonces lo dirigía, para actuar en un teatro estadounidense. Aficionados mexicanos toman estas escenas como charlotada, o como un espectáculo desagradable, pero así lo publicitan allá, así venden el producto.Y así enseñaron a "Canelo", sus comentarios continuarán, han funcionado en el mercado donde el gritón anuncia quién será el más macho. En esta etapa de su carrera profesional, después de romper con Golden Boy Promotions, tal vez ya no tenga asesores, quienes posiblemente lo habrían guiado para que se informara con algún jugador del Atlas antes de publicar en sus redes sociales que el "10" de la albiceleste, Lionel Messi, había pateado la camiseta de la Selección Mexicana, después de la derrota 2-0.De 2005, año de su debut profesional, a 2009, Saúl Alvarez, ya con 19 años de edad, en sus declaraciones, en sus comentarios, siempre fue respetuoso. En 2009 firmó el contrato que lo ligó con Golden Boy Promotions de Oscar de la Hoya. Y por ahí estaré atisbando.
