Es poco probable que el manejo del escándalo protagonizado por los seleccionados nacionales que tuvieron la ocurrencia de organizar una “fiesta” antes de abordar el avión rumbo a Copenhague, última escala rumbo al Mundial que arranca la próxima semana en Rusia, por parte de los dirigentes del “Tri”, haya estado en concordancia con el discurso tibio y tolerante de Guillermo Cantú…Como consta en actas, el secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, abordado en Cancún sobre el tema obligado, se salió —diría el paisano— “por la menguante”. Los hechos, que supuestamente debieron pasar inadvertidos, pero han sido profusamente difundidos porque en los tiempos que corren es casi imposible esconderse de “El Gran Hermano”, no ameritan sanción alguna, según Cantú, porque ocurrieron en “el día libre” que tuvieron los jugadores después del amistoso del sábado ante Escocia en el Azteca. En todo caso, según él mismo, “son los riesgos que uno corre con la libertad”.*Aun en el entendido de que sería extraño que alguien, sintiéndose “libre de pecado”, creyera tener derecho a participar activamente en la lapidación pública —simbólica, si se quiere— de que han sido objeto los fiesteros, es muy probable que los dirigentes de la Federación hayan aplicado una severa reprimenda e incluso algunos correctivos a los nueve alegres compadres.Aun para el tiempo libre, hay “códigos” —como ahora se dice— que los futbolistas profesionales, y más los seleccionados, deben respetar. Algunos se relacionan con la salud y la condición física que deben cuidar por ser su herramienta de trabajo. Otros, con su conducta personal: si no con la exigencia de que lleven vida monacal o de que se priven de ciertas expansiones en su tiempo libre, sí con el cuidado que deben tener para que tales expansiones no se tornen —como fue el caso— en escándalos, negativos para su propia imagen y la del grupo, y potencialmente riesgosas para empresas como la que tienen a la vuelta de la esquina.*El episodio ha servido para recordar hechos similares que en circunstancias parecidas han ocurrido: las suspensiones y castigos que en esos casos se han impuesto a los libertinos...El caso extremo, por la severidad de las sanciones, ocurrió en vísperas del Mundial de México 70: dos jugadores fueron dados de baja de la Selección. Algo que difícilmente sucederá esta vez… aunque el barco llegará a Moscú con un hoyo en el casco.
