Que sea “bueno y sabio” -como dice cierto bufón-, no quita que “el pueblo” también sea rencoroso. Prueba de ello, el resultado de la encuesta publicada ayer por “El Universal”, según la cual 91.4 de los entrevistados respondió que participaría en la traída y llevada consulta, supuestamente encaminada a enjuiciar a los cinco anteriores presidentes (Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto), programada para agosto del año próximo, y 78.1% de ellos anticipó que se pronunciaría en sentido afirmativo.-II-Vale subrayar que en todo este enredo hay un flagrante equívoco: aunque el Presidente López Obrador planteó la posibilidad de que se investigara la posible comisión de delitos por parte de sus antecesores y en caso afirmativo se les juzgara por ellos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación no solo reformuló la pregunta, descafeinándola por completo, sino la cambió por otra. Plantear si se está “de acuerdo o no” en que se lleven a cabo “las acciones pertinentes” para “emprender un proceso de esclarecimiento” de las “decisiones políticas” tomadas “en los años pasados por los actores políticos”, poco o nada tiene que ver con la intención de investigar presuntos delitos y “llevar a la cárcel” a los ex presidentes.La parrafada confeccionada por algún tinterillo a sueldo de la Corte, incluyó una obviedad -nadie con dos dedos de frente respondería que no- y eludió la respuesta que la provocativa iniciativa presidencial ameritaba: que cualquiera que tenga indicios de que cualquier ciudadano -ex presidente o no- hubiere cometido algún delito, está obligado a denunciarlo... sin necesidad de someterlo a consultas ni bobadas similares.-III-En cuanto a la “inversión” (por definición, emplear bienes de capital “en aplicaciones pro-duc-ti-vas”) de los ocho mil millones de pesos estimados por funcionarios del INE, 62.4% de los encuestados la consideró innecesaria; 32.8%, en cambio, la estimó necesaria.(A sabiendas de la sutileza idiomática que el asunto implica, convendría preguntar si, a sabiendas de que el desenlace de la película será -para decirlo amablemente- una soberana batea de babas que difícilmente servirá para esclarecer presuntos delitos y mucho menos sancionar a posibles delincuentes, “invertirle” al asunto ocho mil millones de pesos -de dinero del pueblo-, habiendo tantas cosas mucho más útiles o productivas en qué destinarlos en beneficio de quienes los aportan, no es, bien visto, una forma de corrupción, indigna de quien se jacta de haber hecho su bandera precisamente del combate a los vicios de los gobernantes del pasado.)