De boca en boca creo se hace la mejor publicidad y es que desde un inicio me quedé con la intriga de conocer estos tacos de nada (tacos de ilusión también los llaman), ya que en realidad no tienen nada, sí, así como se lee. Son unos enrollados de tortilla a la que doran en aceite y dejan como unos “taquis”, tal cual, sin relleno alguno, así han penetrado épocas enteras y están cumpliendo nada menos que 60 años con atención ininterrumpida, justo en la calle Garibaldi casi esquina con Andrés Terán en Santa Tere. Debo comentarles que su variedad gastronómica no se detiene ahí, sino que también ofrecen lengua, adobada, chorizo, cabeza y sesos. Al llegar te dan dos fichas, una para los tacos de ilusión y otra para el resto de la oferta taquera.Los de ilusión vienen en orden de 6 y valen $15, se confeccionan con una tortilla mini y se bañan con una crema muy ligera y aguadita, se le pone una medias lunas de tomate, cebolla en pluma y al gusto tienen dos salsas para ponerle, verde con un picor casi nulo y una roja con picor alto. Yo como siempre, me salí de la cajita y pedí que me pusieran la orden en tres platos, es decir; dos en cada plato y ahí pase, del otro lado, a esperar mi turno y les pedí que en cada plato pusieran la carne de dos tacos, encima de los pequeños taquis, que ya tenía preparado con crema y jitomate. En el primero pusieron lengua ($25) y para que no estuviera extraña la cosa, y a pesar que siempre la pido en rebanada, ahora la ordené picada, para que amarrara. Había cuadritos grandes y obvio me los comí con la mano y cuchara, una vez bañados con ambas salsas que ofrecen.Seguí con uno de chorizo ($25) porque los de adobada no estaban listos y pues qué más daba el cambio por uno de chorizo. Igual los pusieron arriba de mis pequeñas flautas de un día antes de la quincena, y con ese doradito que da el comal danzaron una hermosa melodía con la crema, la salsa, los dedos y la cuchara.Por último, me llamó mucho la atención que ofrecían una proteína llamada bandera ($25). ¿Cómo es eso? Después de platicar un poco pudimos descifrar qué se trataba de suadero. Normalmente el suadero, que es una de las partes más duras, se ponen en agua hasta que ésta se acabe y empiece el suadero a soltar su grasa, que no es poca, y se fría un buen rato en ella hasta quedar suave. Pues aquí todo es cocción en agua, hasta quedar super suavecita, con una textura como carnaza pero con un sabor el doble de bueno.El pirata tiene esta gran dualidad que me encanta, el sabor de la fritanga, llámese flautas y esa necesidad que tenemos todos los mexicanos de unos buenos tacos. Y acabar cuchareando lo que queda de salsa con crema al final.¡Sé feliz!ASISTEComida: 4.5Lugar: 4Servicio: 4.5