Se presentó en sociedad allá por el año 2017, con un concepto muy contemporáneo en su arquitectura, con una gran altura de piso a techo que hacía sentirse muy libre, cómodo y con un espectacular ventanal que abría hacia Av. México, mismo que ofrecía una frescura especial, captando esos vientos que vienen del poniente de nuestra querida Guadalajara y haciendo de este un lugar único con una cocina de vanguardia.El año pasado renovaron totalmente su diseño, mobiliario y menú. Sin dejar sus orígenes vanguardistas que han hecho que su clientela los siga y que cada día nuevos comensales descubran este lugar. De su carta anterior, solo dejaron el famoso pulpo a la talla.Mi buen Charly tuvo a bien escoger el lugar, ya que tienen una pantalla enorme y eran semifinales del último Grand Slam de tenis del año.Iniciamos con una botanita de cortesía que es de lo más rico que me he encontrado de cortesía. Unos taquitos dorados de marlín, pequeños como para dos mordidas, que acompañas con las salsitas de la casa: cilantro, limón, tomatillo y habanero, todas muy ricas. Bien pude haber pagado por ellos.Ya entrados en bocados pedimos unos tacos de filete con tuétano ($290). Vienen tres que en vez de venir con el filete picado, era una lámina de buen grosor, como de medio centímetro, el cual, el mesero prepara en tu mesa, vertiendo del hueso el tuétano sobre cada taco, al que adornan con cilantro frito y una rebanada delgadita de aguacate y que, con un poco de la salsa de cilantro y un poco de la de habanero quedaron exquisitos, goteantes de esa grasita culposa que no hace más que bofetear el cardio de la mañana.Seguimos, en plan botanero, con un chicharrón de rib eye ($310) normalmente se recibe este platillo en una buena cama de guacamole, pero aquí, la cama era de trocitos ubicados de un rib eye crujiente y suave por dentro, con un toque perfecto en su elaboración y sí, una buena cucharada de guacamole encima con cebolla encurtida, dando volumen al platillo. La acompañan con tortillas recién hechas un poco más gruesas de lo normal. Para taquear sin tomar en cuenta el Manual de Carreño.Por último, y de mero antojo, pedimos unos tacos de carnitas de pato ($210) vienen tres en el plato, con su tortilla recién salida del comal, con las carnitas muy picaditas (era algo así como un confit de pato, que es esta técnica de sumergir la pieza de pato en su propia grasa a muy bajo fuego por mucho tiempo, quedando muy jugoso y al estar al punto pasarlo por el josper para dorar su piel y que quede crujiente), en donde sentías diferentes texturas gracias a la piel, la acompañan con unas ramitas de arúgula, poro frito, cebolla y un toque de un cremoso de chile poblano. Una gran entrada para compartir. ¡Sé feliz!
