Hay mucho para disfrutar en una Shark; tal vez el diseño te parezca que toma más elementos de otros productos de lo que estamos acostumbrados. La forma es agradable, se percibe sólida e imponente. Pero hay cosas que ajustar para las siguientes generaciones.Lanzada en México para todo el mundo, la Shark es una pickup de tamaño mediano (que hubiera sido gigante hace dos o tres décadas), rival directa de la Tacoma híbrida. Sobre esa enemiga, la BYD tiene muchas virtudes, incluso, el precio (970 mil, la más equipada). Una de ellas es ventaja para algunos, porque al ser una PHEV (Plug In Hybrid), puede circular hasta por 100 kilómetros sólo con energía eléctrica, sin usar una gota de gasolina. Para otros, tener que cargarla con una frecuencia, que puede ser incluso diaria, resulta ser una molestia no deseada.En acabados, confort interior y tecnología, la BYD hace que sus rivales directas parezcan ser del siglo pasado. No me refiero a la pantalla giratoria, hecha más para lucirse en TikTok que para fines prácticos. Pero funciones como las cámaras 540 grados, la posibilidad de visualizar exactamente dónde están pisando las ruedas, el volante de dos rayos con controles de modos de manejo y hasta la capacidad de usarla como generador para un día de “camping” o una emergencia en el hogar son excelentes.La potencia de 430 HP la hace rápida. Contar con un motor en cada eje ahorra el espacio tradicionalmente robado por las transmisiones. Llegas a 100 km/h en 5.7 segundos y no es sólo el número oficial, esto conseguimos en la prueba. La velocidad máxima, sin embargo, es de sólo 160 km/h. Prudente sí, rápida, no.Su capacidad de carga es de 830 kilogramos. El torque -que al contrario de la potencia, BYD sólo revela el de cada motor, no el total- no debe ser tan bueno, ya que capacidad de remolcar sólo 2.5 toneladas lo indica.Sí, el diseño es actual, aunque no original; sí, en tecnología parece pertenecer a un futuro al que las demás aún no llegan -como la batería de litio ferrofosfato, que no se inflama-, en suspensión y chasis la BYD Shark se siente, digamos, “vieja”. Su manejo en superficies irregulares no se percibe sólido ni refinado como el resto del producto. Pena.Hay más que aplaudir que criticar en el primer intento de BYD por hacer una pickup, pero luego de manejarla, no nos sumamos a la “celebración colectiva” del producto que hemos visto en muchos lados; algo que sí podremos hacerlo en el futuro, una vez ajustados el chasis y la suspensión.