Los niños en el verano
Por fin, según el calendario de la SEP, oficialmente todos los niños del país estarán de vacaciones hasta finales de agosto o algo por el estilo. Un largo mes y medio que estará lleno de actividades poco frecuentes para ellos, pero que si están bien planeadas, les formarán en adelante. Para muchas mamás que trabajan, esto implica partirse en veinte porque la vida común y corriente para los adultos sigue, pero ahora hay niños en casa o en casa de los abuelos o de algún amigo de la cuadra. Por supuesto que hablo de las mamás porque generalmente son quienes han asumido el doble rol, tanto el de la mujer moderna que trabaja y trae el pan a la casa, como el convencional o tradicional que tenía que ver con la crianza de los hijos.
Volviendo a las actividades de los niños que por “angas o por mangas” se quedan en casa, yo pensaría en que los aparatos tecnológicos están dispuestos a gusto del consumidor y al alcance de todos. Los niños hartos de libros y cuadernos correrán a lo que es más fácil: sus tabletas, computadoras o teléfonos celulares. Y claro, me dirá usted querido lector, qué hay de malo, siendo la mera época de no cumplir con responsabilidades, que las criaturas “desquehaceradas” se vuelquen un poco o un mucho en la vida virtual.
Bueno, en verdad yo no tengo ninguna autoridad para sugerir o dictar sentencia de lo que se debería hacer en cada casa. Pero pienso que esta es una época perfecta para inculcar en los niños las pequeñas grandes labores del hogar: ordenar cajones, aprender a barrer y a trapear, poner lavadoras y, claro, lavar a mano lo que sea necesario. Es también un buen momento para observar cómo se comportan las plantas que hay en casa y qué cuidados requieran (aunque sea el tiempo de lluvia). También sería bueno andar por la ciudad con o sin mucho rumbo, visitar los lugares que sin tanto tiempo disponible vamos posponiendo para “el próximo fin de semana” sin realmente cumplirlo. Los niños son habitantes primero que nada de su casa y luego de su colonia, de su ciudad. Preocuparse por educar ciudadanos de bien, respetuosos y responsables con sus semejantes y no tan semejantes es una tarea que como adultos habíamos de ejercer diario, pero ahora sin prisa, la tenemos más fácil.
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