En los conflictos, no involucrar a los hijos
De que suelen aparecer problemas complicados de resolver en la vida de pareja, es un hecho. Pero eso no debe de trasladarse a los hijos.
Es un asunto difícil de llevar, pues tampoco se trata de ocultar la realidad, ni de disfrazarla. Como también cuidar de que ellos no estén sufriendo las dificultades de sus papás. A continuación, algunas recomendaciones:
1.- Evitar discutir y manifestar conflictos emocionales frente a los hijos. Si hay que hacerlo, poner pausa e irse a un lugar más privado. Ellos no tienen por qué vivir algo tan desagradable como doloroso, y que además no entienden ni qué está pasando.
2.- Nunca insultar, ofender y agredir a la pareja, menos frente a los hijos. Si lo haces, estás afectando al padre o a la madre de tus hijos. Es un conflicto muy difícil de superar cuando han sido testigos de una escena de éste tipo.
3.- El gran esfuerzo por educar bien a tus hijos, se desvanece cuando exhibes tu falta de control e impulsividad ante sus ojos. Quedan impregnados de contradicciones, entre lo que les quieres enseñar con palabras y lo que muestras con el ejemplo.
El gran esfuerzo por educar bien a tus hijos, se desvanece cuando exhibes tu falta de control e impulsividad ante sus ojos. Quedan impregnados de contradicciones
4.- Si por algún descuido, son testigos de un pleito, pues también que vean un testimonio de cuando se piden disculpas y reconcilian en el perdón mutuo. Si ya vieron un lado negativo de sus papás, pues ahora que vean el positivo también.
5.- Por ningún motivo provoques que tus hijos tomen partido y tengan que opinar o decidir de qué lado están. Ni quién tiene la razón o está en lo correcto o más equivocado. No los involucres en que juzguen o den su versión de sucesos pasados y que le den así la razón a uno u otro.
6.- Tampoco intentar seducirlos con afecto, beneficios o ventajas, para que se pongan de tu lado, eso es una vil manipulación e intento de comprar una preferencia.
Si por algún descuido, son testigos de un pleito, pues también que vean un testimonio de cuando se piden disculpas y reconcilian
7.- Ni se te ocurra hacer sentir que tú eres el (o la) buen@ y que tu pareja es el demonio. Y además te quieras llevar la gloria de ser el rescatador del monstruo que es el otr@.
8.- Los hijos no son mensajeros ni portadores de objetos, lo que tengas que decir o mandar, lo haces tú sin utilizarlos a ellos.
9.- Busca una persona de confianza o mejor aún a un profesional de la salud mental, pero no trates de desahogarte con ellos y peor aún los tengas de confidentes y consejeros.
10.- Se positiv@ y trata de arreglar tus problemas con tu pareja y no involucres a nadie de tu familia, los asuntos los vas a resolver lo mejor posible, tente confianza y deja de hacer dramas, escándalos y lloriqueos y compórtate a la altura de las personas maduras, eso quieren de ejemplo tus hijos.