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Derrotar el proyecto conservador de Trump

Escribo esta columna por la tarde de ayer al momento que aparecen los primeros resultados de la histórica elección presidencial en Estados Unidos, de la cual depende el futuro político de ese país para las próximas décadas, y que puede tener repercusiones políticas importantes para el resto del mundo. Como cabe suponer, en este momento no hay resultados definitivos, sino primeros resultados como la ventaja de Donald Trump en Florida, y de Joe Biden en Texas. 

Lo que hay son ciertas tendencias y sobre todo esperanzas políticas. Mañana que se lea esta columna, ojalá el voto mayoritario del pueblo de ese país haya derrotado el proyecto de conservadurismo radical, para algunos abiertamente fascista, que representa un segundo mandato del republicano Trump en la presidencia de ese país.

Muchos especialistas, pero esencialmente activistas y luchadores sociales que dan la batalla en la primera línea, han sostenido que estas elecciones no implican sólo derrotar a un partido o un candidato tan impresentable como Donald Trump, sino una batalla contra el fascismo que representa el actual inquilino de la Casa Blanca. 

“La lucha es frenar el neofascismo de Trump y aliados”, dijo Ash-Lee Woodard Henderson, dirigente de la organización Frontline, de la coalición encabezada por Movement for Black Lives (La Jornada, 20 octubre 2020).

Ahora menos que en muchos años, la actual elección en Estados Unidos no se trata sólo de una competencia entre partidos. Una amplia coalición de movimientos sociales decidió intervenir en la contienda entre dos partidos que representan el establishment en esa nación, y optaron por registrarse y votar por el candidato demócrata Joe Biden, por necesidad de enfrentar y detener un proyecto político. Biden no representa, ni de lejos, las aspiraciones y el programa político que se han fijado, pero en esta coyuntura consideran que lo primero es detener el proyecto de conservadurismo radical que representa Trump, y en caso de ganar Biden, organizarse y exigirle un programa radical de cambios sociales, como explicó John Cavanagh, director ejecutivo del Institute for Policy Studies (La Jornada, 30 octubre 2020). 

Lo que se pretende conseguir al votar contra Trump es que éste no cumpla el proyecto conservador de la derecha radical, racista, antifeminista y antidemocrático que pretende eliminar derechos sociales ganados por movimientos de derechos civiles, latinos, trabajadores, feministas y afrodescendientes. Muchos católicos “provida” se sumaron al proyecto de Trump porque éste les prometió que en un segundo mandato revertiría el derecho al aborto que existe en Estados Unidos. 

De reelegirse Trump, este tiene contemplado un programa migratorio que perseguiría aún más a los indocumentados y que incluso contempla retirarles la ciudadanía a los nacidos en Estados Unidos, pero hijos de migrantes sin documentos. Eso es algo ilegal ahora.

El segundo mandato de Trump, si es que gana, reprimiría aún más a movimientos sociales y políticos como Black Lives Matter, a organizaciones de la clase trabajadora que en años recientes se han organizado y luchado contra las políticas neoliberales de recortes de derechos. Además de reprimir a la confluencia de movimientos izquierdistas y anarquistas identificados como Antifa. 

Se trata de un programa conservador radical que pretende echar atrás una larga serie de conquistas sociales conseguidas arduamente por un conjunto de movimientos sociales en los pasados 60 años.

El programa conservador radical de Trump, que representan personajes de derecha radical como el actual fiscal William Barr, pretende imponer un proyecto político que contempla un orden moral a imagen y semejanza de la minoría blanca, supremacista, antifeminista, que hasta ahora ha mantenido el poder político y económico en esa nación.

Por eso detrás del Partido Demócrata se ha articulado una coalición progresista que pretende hacer frente al proyecto conservador y fascista que encarna a la perfección Donald Trump, con todas sus taras de racismo, supremacismo, negación de la ciencia y una clara postura contra los derechos de minorías. Esperemos que el resultado de esta batalla sea un triunfo del pueblo de Estados Unidos contra todo lo que representa Trump.

rubenmartinmartin@mail.com / @rmartinmar

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