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“Paraísos elementales” de Luis Moro

Artes plásticas

GUADALAJARA, JALISCO (18/DIC/2010).-  Una sabia y equilibrada mezcla del lenguaje plástico abstracto, conformado por manchas líricas, dinámicos brochazos, expresivas salpicaduras, suculentas texturas  y otros recursos del lenguaje informal; con el lenguaje figurativo, de formas naturales reconocibles, en su mayoría insectos alados y algunos peces, todos ellos dibujados en su totalidad o de manera fragmentada, mediante finos trazos de un preciosismo y detalle estructural sorprendentes, constituyen lo substancial de la muestra integrada por una sesentena de obras que el pintor segoviano Luis Moro, ha puesto a la consideración del público tapatío en los salones del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, ubicado en el edificio de la Rectoría, Avenida Vallarta y Díaz de León de esta ciudad.

En sus aspectos conceptuales, al parecer el expositor, a través de estas obras, pretende ofrecer al espectador una silenciosa pero colorida lección, ética y estética, sobre un asunto trascendental: la maravilla de la existencia, proyectándola a través de ejemplos de la vida animal, específicamente, entomológicos e ictiológicos; los cuales proyecta o hace fluir de indecisas y fluidas manchas de pigmento y materia, que son el meollo de sus lienzos, y que semejan en ocasiones, el impreciso sustrato generador de la naciente vida y de sus primitivas y frágiles creaturas; y en ocasiones, puede semejar asimismo, los obscuro fermentos de su descomposición o residuos de su destrucción, pero que en cualquier caso sugieren siempre un estado de permanente transformación, metamorfosis, vitalidad.

Quizá a alguien le podría parecer contemplando esta exposición, que sesenta y tantas variaciones sobre un mismo a tema, constituye un exceso formal  o una idea pictórica obsesiva y asaz reiterada, y quizás tengan razón; mas lo que nadie podrá poner en tela de juicio es que pese a ser un solo hilo el que hilvana toda la exposición, se trata de un autor de briosa imaginación y que en cada uno de sus lienzos, aunque bordado sobre un mismo asunto y de semejantes apariencias, es esencialmente diferente en su concepción y resolución, tanto en sus ingredientes abstractos como en los de la representación de lo real, y que en ellos, el muchacho de Segovia emplea en realidad una amplia variedad de recursos matéricos, diferentes acordes cromáticos, distintas combinaciones lumínicas y variedad de signos.

Y por otra parte, y esto es substancial, lo que en esta exhibición se puede apreciar es que todas y cada una de estas obras han sido resueltas mediante el manejo y dominio de un extraordinario oficio técnico, constituyendo así una verdadera lección del sentido del equilibrio estructural y compositivo de sus elementos, de armonía de colores, de pulcritud de trazos, de manejo de recursos, todo lo cual da fe de que este español posee además de dotes naturales para el arte, la virtud de la sensibilidad, así como amplios conocimientos  y  experiencias en la materia, pese a su juventud; esto es, que esta armado con las virtudes imprescindibles para cualquier aspirante a artista, sea cual fuere el lenguaje plástico que adopte, para manifestarse como tal.
Vale pues la pena visitar esta atrayente y sugestiva exposición original de Luis Moro,  que estará colocada en el mencionado Museo hasta el próximo 15 de enero.
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