Entre los bloques de hielo y los fiordos circumpolaresasomaba su inmenso diente de marfil los vikingos se lanzaron a la caza y traficaban en Europa el cuerno contra los venenos y la melancolía sostuviste el imaginario de un mito de caballos blancos y damas vírgenes de la salud y la fortuna servidos en copas de palacios medievales oh cadáver de los siglos tristísimo unicornio del ártico. tanteando el abismo del árticonavega entre los icebergscanario del mar que canta al filode los témpanos sin estrellarsesus agudos trinos y chapoteosson ondas que rebotanecos que regresan y trazanun mapa mental de la profundidadno es blanca ballenaaunque su piel es albina y elegantequizá estuvo en los delirios de capitán Ahaby permanece en la risa de los más pequeñosque la ven bailar tristemente en los acuarios. no importa la profundidadun búho desde lo altoescucha el crujir de las pequeñas patasde un ratón que escarbala nieve es la fiesta de lo invisible.***internarse en un bosque es agua que detiene su cursoestatismo y mudezpiedra que resiste a la intemperieinternarse en un bosque es vacíoramas despobladasde hojas de flores de colorsin más sonido que el arrullo descuidadodesde las madrigueras del reposoel bosque aún sin hojas sigue siendo bosquela rama desnuda sigue siendo árbolquién escuchará la caída de un coposin ningún animal que aguce el oídoel paisaje del invierno es la ausencia.Valeria Guzmán Pérez es poeta y lexicógrafa ruso-ecuatoriana. El presente texto es un extracto del libro un Silencio tan blanco, con el que obtuvo el Premio de Literatura Ciudad y Naturaleza José Emilio Pacheco que entrega el Museo de Ciencias Ambientales en el marco de la Feria Internacional del Libro.Crónicas del Antropoceno es un espacio para la reflexión sobre la época humana y sus consecuencias producido por el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara que incluye una columna y un podcast disponible en todas las plataformas digitales.