Padecimientos físicos y ansiedad, asociados al insomnio
Actualmente la prevalencia de insomnio severo entre la población en general es de hasta un 15 por ciento
GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2016).- El insomnio crónico se asocia primordialmente a estados de ansiedad, además que los padecimientos físicos también pueden generar este problema, afirmó el especialista Rubén Santoyo Ayala.
Explicó que el insomnio es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, incluso también se considera como tal cuando una persona interrumpe su descanso antes de lo establecido o tiene un poca calidad de descanso.
El subdirector médico del Hospital de Especialidades en el turno nocturno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco dijo que se estima que hasta en un 70 por ciento de los casos el insomnio está asociado a estados de ansiedad, en tanto que el resto a depresión y algunos padecimientos.
Agregó que algunas enfermedades interfieren en la calidad del sueño del paciente tales como afectaciones musculares tales como artritis reumatoide y fibromialgias, nicturia (orinar en exceso por las noches), patologías neurológicas, enfermedades respiratorias, cardiovasculares, y cáncer, entre otras.
Santoyo Ayala destacó que el ser humano pasa durmiendo hasta una tercera parte de su vida, de ahí la importancia de cubrir esta necesidad indispensable para mantenerse en óptimo funcionamiento.
No obstante, señaló que actualmente la prevalencia de insomnio severo entre la población en general es de hasta un 15 por ciento, mientras que hasta un 35 por ciento presenta insomnio de tipo ocasional.
Para diagnosticar como insomnio crónico, explicó el doctor Santoyo Ayala, la dificultad para dormir debe presentarse de forma frecuente por más de cuatro semanas.
Resaltó que aunque lo recomendado es dormir entre siete u ocho horas diarias, los adultos mayores apenas logran conciliar el sueño durante cuatro o cinco horas, por lo que son ellos los que presentan una mayor prevalencia de insomnio en la población.
En cuanto al tratamiento mencionó se cuenta con alternativas farmacológicas como inductores del sueño, suministro de antipsicóticos o antidepresivos, mismas que deben ser estrictamente prescritas y supervisadas por el médico tratante.
Evitar el tabaco, no consumir alcohol, no tomar muchos líquidos por la noche, no cenar de forma copiosa, evitar la ingesta de café o té después de las 16:00 horas, no realizar ejercicio físico vigoroso por la noche, y mantener un horario fijo para dormir, son medidas que se recomiendan también, comentó.