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La nicotina es 10 veces más adictiva que la heroína

Ocasiona la tercera parte de las muertes relacionadas a cualquier tipo de cáncer

REYNOSA, TAMAULIPAS (03/JUN/2016).- La nicotina, químico principal contenido en el cigarro, es 10 veces más adictivo que la heroína y provoca complicaciones en distintas partes del cuerpo, advirtió Fernando López Gómez, especialista del IMSS en esta ciudad.
 
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en esta frontera realiza diversas actividades encaminadas a orientar y advertir a la población sobre los daños que causa el tabaquismo.
 
El encargado del Departamento de Fomento a la Salud en el Hospital General de Zona (HGZ) número 15, Fernando López Gómez, refirió que el hábito de fumar perjudica a casi todos los órganos del cuerpo, ya que esta práctica está vinculada desde la aparición de cataratas en los ojos hasta la neumonía.
 
Además de ocasionar la tercera parte de las muertes relacionadas a cualquier tipo de cáncer, dijo.
 
Resaltó la importancia de prevenir y combatir al tabaquismo, adicción que se presenta desde la adolescencia y que provoca daños irreversibles en la salud de quienes la padecen.
 
"Fumar es una adicción que provoca efectos colaterales en la salud y está asociado con el 90 por ciento de todos los casos de cáncer pulmonar, la enfermedad que más muertes causa tanto en hombres como mujeres", aseveró.
 
Señaló que el tabaco se encuentra relacionado con más de tres agentes pro-cancerígenos, que aumentan el riesgo de cáncer pulmonar, de laringe, esófago, estómago y de vejiga, además de otras patologías como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) e infarto agudo al corazón.
 
López Gómez mencionó que aunque algunas personas pueden por sí mismas romper con el hábito, muchas otras necesitan ayuda para dejar de fumar, "lo que es particularmente importante, porque dejar de hacerlo puede tener beneficios inmediatos a la salud".
 
Ejemplificó que a las 24 horas de haber dejado de fumar, la presión arterial y la probabilidad de un ataque al corazón disminuyen, y a largo plazo, un menor riesgo de ataque al cerebro, la probabilidad de evitar cáncer pulmonar y enfermedades coronarias.
 
Indicó que los pacientes que deciden dejar el tabaquismo regularmente tienen entre 40 y 60 años de edad, y llevan en promedio más de dos décadas fumando, por lo que requieren atención integral, tanto médica como psicológica.
 
Si una persona de 35 años o menos, deja de fumar, su expectativa de vida aumenta en promedio, cinco años, puntualizó.
 
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