Putin: El líder sin smartphone que se encamina a un cuarto mandato
Cinco aspectos que reflejan al presidente ruso, claro favorito para las elecciones de este domingo
Sin haber reformado la Constitución, el líder ruso, Vladimir Putin acumula 18 años años en el poder y es el favorito para ganar las elecciones presidenciales de este domingo.
A continuación presentamos cinco aspectos que reflejan la personalidad del influyente político.
De agente de KGB a presidente
Nacido el 7 de octubre de 1952 en el seno de una familia obrera de Leningrado (hoy San Petersburgo), nada hacía presagiar que Putin acabaría ocupando la cima del poder.
"Vengo de una familia modesta, viví esa vida durante mucho tiempo", explica en su página web dedicada a su biografía. De su juventud en las calles de Leningrado, el presidente declaró en 2015 haber aprendido una cosa: "si el combate es inevitable, hay que ser el primero en golpear".
Graduado en Derecho, entró en el KGB, para el que trabajó como agente de inteligencia exterior. Tras el desmembramiento de la URSS, se recicló como asesor para relaciones exteriores del nuevo alcalde de San Petersburgo.
En 1998 fue elegido director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) -que sustituyó al KGB- y un año después fue nombrado primer ministro por el presidente Boris Yeltsin.
Cuando Yeltsin dimitió a finales de 1999 y lo nombró para sucederlo, Putin ya se había impuesto como el nuevo hombre fuerte del país.
Culto de la personalidad vs. vida privada
Extremadamente receloso de su vida privada, Putin se separó en 2013 de su esposa Liudmila, con la que tiene dos hijas en común: María, de 32 años, y Ekaterina.
En un documental de 2017 del director estadounidense Oliver Stone, el líder ruso admitió que es abuelo, aunque lamentó tener "muy poco tiempo para jugar con los nietos".
Sobre sus hijas, dijo entonces: "no se dedican a la política ni a los grandes negocios. Se dedican a la ciencia y la educación. Estoy muy orgulloso de ellas".
Sin embargo, suele coquetear con el culto de la personalidad, acaparando la atención de los medios, ya sea por una demostración de judo, por salir a montar a caballo sin camiseta o por apagar un incendio al mando de un avión Bombardier.
No tiene smartphone
El presidente ruso de 65 años confesó en febrero pasado que carace de smartphone, tras haberse descrito el año pasado como una "persona corriente" que casi no utiliza internet y sin cuentas en las redes sociales.
"Usted dice que todo el mundo tiene smartphone", declaró Putin, reaccionando a un discurso del director del Instituto nacional de investigaciones Kurchatov, Mijaí Kovalchuk.
"Yo no tengo smartphone", anunció.
En 2005, ya había afirmado no disponer de teléfono móvil.
Gusto por los animales
El mandatario ruso parece suavizar su imagen de tipo duro al mostrar su amor por los animales.
Incluso ha hecho de la conservación del tigre siberiano una de sus causas.
En agosto de 2008, se difundieron fotos de cómo ayudó a colocar un collar con un localizador satelital a un tigre siberiano en una reserva de la Academia de Ciencias rusa.
De aficionado a potencia deportiva
Gran aficionado al deporte, el presidente ruso también ha intentado hacer de su país una potencia deportiva, lo que también generó una crisis internacional.
Rusia organizó en 2014 los Juegos Olímpicos más caros de la historia en la estación balnearia de Sochi y, en verano de 2018, acogerá el acontecimiento deportivo más seguido del mundo: el Mundial de Futbol.
Pero los sueños del Kremlin se vieron ensombrecidos por las acusaciones de dopaje institucionalizado. Aunque el gobierno siempre las ha negado, a los atletas rusos les costó su participación en los Juegos Olímpicos 2016 de Río y provocaron la exclusión de Rusia en los Olímpicos de Invierno de Pyeongchang.
IM