Salud pública POR GALILEO

En el Estado de Jalisco, la salud pública, como diría el actor mexicano Arturo de Córdova, “no tiene la menor importancia”, y déjeme explicarle por qué hago esta referencia.
Desde la llegada de esta administración estatal, tanto el titular del Gobierno, como el secretario
del ramo han tratado de desaparecer a todos los profesionales que tienen conocimientos de salud
pública, para colocar (agencia de colocación) a los recomendados de su partido, a los ex funcionarios
municipales, estatales y federales que no tienen “chamba” o “hueso”, pero que no tienen el perfil para ocupar los puestos en las jefaturas de las jurisdicciones sanitarias y otras direcciones, ni los conocimientos, y menos capacidad.
Estas decisiones son de tal irresponsabilidad, que en cualquier parte del mundo civilizado los ciudadanos, las universidades, los líderes de la medicina y de la salud pública ya se estuvieran manifestando con mucha preocupación para oponerse al nombramiento de personas sin el menor conocimiento en la materia, en los puestos donde se efectúa la regulación sanitaria, se miden los riesgos sanitarios, se lleva a cabo la vigilancia epidemiológica, se diseñan y se operan los programas de promoción de la salud, los programas preventivos y curativos, etc., etc.
Quisiera explicarles que la Secretaría de Salud a nivel federal y estatal es la responsable, por
ley, de la protección de la salud de todos los mexicanos y los jaliscienses; por mas de 50 años ha construido un sistema que si nos es el mejor del mundo, ha demostrado tener una gran capacidad
para atender a la mayoría de la población, y que dentro de su trabajo, con el apoyo y la asesoría de
la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), ha
construido un sistema en el que también se ha formado a profesionales en salud pública para poder
administrar y operar los servicios.
Estos profesionales en su mayoría se han especializado en maestrías en administración de servicios de salud, en epidemiología, en regulación sanitaria, en control de vectores, etc., etc . Por lo general tienen una larga carrera dentro del ramo, y en Jalisco durante muchas décadas gozaban del prestigio dentro y fuera del Estado, por su calidad, conocimientos y capacidad.
Creo que los jaliscienses deberían estar pidiendo a la Secretaría de Salud federal, a la Cámara de Senadores, a la Auditoría Superior de la Federación y al Congreso del Estado, una auditoría a la Secretaría de Salud de Jalisco y su secretario (que rindan cuentas), y parar este verdadero desastre en que se encuentra esta institución tan importante para la vida de Jalisco y sus ciudadanos.
La salud pública “si debe tener la mayor importancia” y estar en manos de gente profesional,
con perfil para el puesto, con capacidad y calidad, y en Jalisco los hay. Además, se han formado en
las mejores instituciones nacionales y extranjeras, para cuidar la salud de los niños, las mujeres y los hombres de este Estado. No dejemos que destruyan a las instituciones de nuestro país y de Jalisco.


Correo electrónico: galileo@informador.com.mx

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