Internacional
La FAO espera buenas cosechas en Latinoamérica pese a 'El Niño'
Aunque se reducirá en tres por ciento la cosecha de cereales en Brasil y Argentina, la cifra seguirá por encima de la media de los cinco años precedentes
ROMA, ITALIA (09/MAR/2016).- La producción de cereales este año en América Latina continuará en niveles altos, a pesar del fenómeno climatológico de "El Niño", que repercutirá de forma negativa en algunos países de Centroamérica, indicó hoy la
FAO.
El último informe sobre perspectivas de cultivos para 2016 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que las condiciones serán favorables en general, debido a la buena producción de México y Sudamérica.
Sólo en México se prevé un aumento de la superficie dedicada a plantar maíz y trigo, después de que el año pasado se lograra una producción récord de 37.3 millones de toneladas de cereales.
Una situación muy diferente a la de América Central y el Caribe, donde la producción disminuirá por el bajo nivel de lluvias como consecuencia de "El Niño", que se espera que termine en junio, pero que mientras tanto afectará a las principales cosechas por tercer año consecutivo.
Ya en 2015 ese fenómeno dañó especialmente la producción de cereales en El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua, lo que ha ido acompañado en general de una subida de los precios.
Por otra parte, en Sudamérica la cosecha estimada de cereales ascendió el año pasado al nivel récord de 194.6 millones de toneladas, sobre todo por el aumento registrado en Brasil y Argentina, los principales productores de la zona.
Para 2016 se espera que esa cifra se reduzca un tres por ciento anual debido a las menores plantaciones de maíz en esos dos países, si bien seguirá por encima de la media de los cinco años precedentes, según la FAO.
Mientras que en Argentina y Brasil los precios del maíz y la harina de trigo aumentaron en los últimos tres meses por la depreciación de sus monedas, en Perú y Chile los precios se mantuvieron en términos generales por debajo de lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
Ningún país latinoamericano se encuentra entre los 34 que necesitan ayuda alimentaria del exterior y que se concentran mayormente en África, según las últimas cifras de la agencia de la ONU.
El último informe sobre perspectivas de cultivos para 2016 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que las condiciones serán favorables en general, debido a la buena producción de México y Sudamérica.
Sólo en México se prevé un aumento de la superficie dedicada a plantar maíz y trigo, después de que el año pasado se lograra una producción récord de 37.3 millones de toneladas de cereales.
Una situación muy diferente a la de América Central y el Caribe, donde la producción disminuirá por el bajo nivel de lluvias como consecuencia de "El Niño", que se espera que termine en junio, pero que mientras tanto afectará a las principales cosechas por tercer año consecutivo.
Ya en 2015 ese fenómeno dañó especialmente la producción de cereales en El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua, lo que ha ido acompañado en general de una subida de los precios.
Por otra parte, en Sudamérica la cosecha estimada de cereales ascendió el año pasado al nivel récord de 194.6 millones de toneladas, sobre todo por el aumento registrado en Brasil y Argentina, los principales productores de la zona.
Para 2016 se espera que esa cifra se reduzca un tres por ciento anual debido a las menores plantaciones de maíz en esos dos países, si bien seguirá por encima de la media de los cinco años precedentes, según la FAO.
Mientras que en Argentina y Brasil los precios del maíz y la harina de trigo aumentaron en los últimos tres meses por la depreciación de sus monedas, en Perú y Chile los precios se mantuvieron en términos generales por debajo de lo registrado en el mismo periodo del año anterior.
Ningún país latinoamericano se encuentra entre los 34 que necesitan ayuda alimentaria del exterior y que se concentran mayormente en África, según las últimas cifras de la agencia de la ONU.
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