Entretenimiento
Productos locales
EXPLORANDO EL MUNDO por Guillermo Dellamary
Por ejemplo los quesos de Lagos de Moreno, las corundas de Michoacán, los ates de Morelia, las fresas de Irapuato, el rompope de Tapalpa, entre otros.
Muchos turistas gustan de llevarse los productos locales, para disfrutarlos y compartirlos con su familia. Es más, hasta se suelen regalar cuando visitan a un pariente llevando lo más exquisito de su población.
Es indiscutible que el paladar tiene una memoria especial, que los buenos sabores y la calidad de los productos no se olvida. Lo que ha gustado de niño se queda guardado en un lugar muy íntimo de las propias experiencias. Y se aprecia tanto que se vuelve a disfrutar, con singular entusiasmo, cuando se prueban de nuevo.
A todos nos gusta remontarnos a una etapa de nuestra historia y volver a gozar de aquello que nos trae buenos recuerdos. Eso se provoca con alimentos ricos en memoria.
Además, todos sabemos apreciar un buen sabor. Lo reconocemos inmediatamente y queda atesorado como un producto especial.
Por esta razón es parte de los hábitos de los viajeros llevarse los mejores aromas y sabores de la localidad que se visita.
Esta costumbre nos invita a que promovamos ferias locales y regionales con los mejores alimentos elaborados. Para que sirva de estímulo al turismo y logremos una mayor movilidad de personas.
Tengo muy buenos recuerdos de cuando visité el festival del vino en Alemania. En cada población se ofrecía una degustación, acompañada de las mejores salchichas con col agria que uno se pueda imaginar. Y claro está que eran miles los visitantes que disfrutaban del banquete culinario.
Aquí en Jalisco podemos comenzar con estas ferias locales y convocar a los buscadores de los mejores sabores para que visiten una población, que aparentemente no tiene nada qué ofrecer a los ojos, pero sí mucho que dar al paladar.
Vale la pena innovar un turismo para dar gusto a los conocedores de los grandes platillos y sabores regionales.
Estamos seguros de que muchas personas lo sabrán apreciar.
Sólo falta dar los primeros pasos.
Las condiciones ya están dadas.
Hasta la próxima
Muchos turistas gustan de llevarse los productos locales, para disfrutarlos y compartirlos con su familia. Es más, hasta se suelen regalar cuando visitan a un pariente llevando lo más exquisito de su población.
Es indiscutible que el paladar tiene una memoria especial, que los buenos sabores y la calidad de los productos no se olvida. Lo que ha gustado de niño se queda guardado en un lugar muy íntimo de las propias experiencias. Y se aprecia tanto que se vuelve a disfrutar, con singular entusiasmo, cuando se prueban de nuevo.
A todos nos gusta remontarnos a una etapa de nuestra historia y volver a gozar de aquello que nos trae buenos recuerdos. Eso se provoca con alimentos ricos en memoria.
Además, todos sabemos apreciar un buen sabor. Lo reconocemos inmediatamente y queda atesorado como un producto especial.
Por esta razón es parte de los hábitos de los viajeros llevarse los mejores aromas y sabores de la localidad que se visita.
Esta costumbre nos invita a que promovamos ferias locales y regionales con los mejores alimentos elaborados. Para que sirva de estímulo al turismo y logremos una mayor movilidad de personas.
Tengo muy buenos recuerdos de cuando visité el festival del vino en Alemania. En cada población se ofrecía una degustación, acompañada de las mejores salchichas con col agria que uno se pueda imaginar. Y claro está que eran miles los visitantes que disfrutaban del banquete culinario.
Aquí en Jalisco podemos comenzar con estas ferias locales y convocar a los buscadores de los mejores sabores para que visiten una población, que aparentemente no tiene nada qué ofrecer a los ojos, pero sí mucho que dar al paladar.
Vale la pena innovar un turismo para dar gusto a los conocedores de los grandes platillos y sabores regionales.
Estamos seguros de que muchas personas lo sabrán apreciar.
Sólo falta dar los primeros pasos.
Las condiciones ya están dadas.
Hasta la próxima
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