Economía

Conseguir trabajo con una discapacidad, un martirio

José Luis, persona con discapacidad, narra su experiencia al conseguir trabajo

GUADALAJARA, JALISCO (08/OCT/2013).- Cuando Luis nació, sus papás no podían creer lo que habían procreado: un varón con dos ojos oscuros, dos piernas largas y morenas, dos oídos pequeños y un cuerpo al que le hacía falta la mitad de uno de sus brazos.
 
Han pasado 29 años y José Luis Trejo se toma con filosofía su discapacidad: sabe que el momento de su nacimiento fue muy fuerte para sus padres. Pero lo que una vez fue su debilidad, hoy es su fortaleza.
 
José Luis es el primer mexicano en incorporarse a la trasnacional Danone como un empleado más, pero con capacidades diferentes. Hace dos años, cuando llegó a la entrevista de trabajo, la vida fue una ruleta rusa: ganar o perder un empleo.
 
"Tengo la fortuna de que la empresa tiene sus bases y un pensamiento muy europeo. Conseguir trabajo en México, cuando se tiene discapacidad, es un martirio. Pero todo se puede lograr, sólo hay que echarle ganas, tener actitud propositiva y demostrar que las cosas se pueden hacer".
 
Luis le ganó a la lógica: En Jalisco, sólo la cuarta parte de las más de 480 mil personas que tienen algún tipo de discapacidad, tienen empleo. Si somos sensatos, diríamos que Luis no sólo ganó esa batalla, sino que ha ganado constantemente.
 
Tiene estudios profesionales y siempre estudió en escuelas públicas convencionales, por eso entiende que el primer paso para la superación es la aceptación.
 
"Mis papás me enseñaron a amar mi cuerpo, a entender que había nacido con un tipo de discapacidad. Tu familia siempre va a ser tu fortaleza, ellos me enseñaron con el ejemplo, que tenemos que salir adelante".
 
Este hombre, de barba rasurada y pelo engomado, llegó este martes a la explanada del Instituto Cultural Cabañas, a la primera Feria del Empleo para personas con discapacidad y adultos mayores. Pero no fue a buscar empleo, sino a reclutar a personas como él,  "un empleo es sólo un paso. Lo importante es seguir creciendo".
 
Mientras Eduardo Almaguer, secretario del Trabajo y Previsión Social, daba por inaugurado el evento; Luis recibía los formatos de solicitud de empleo. Daba asistencia a las personas que no podían leer los letreros de las vacantes y hacía preguntas básicas a los interesados.
 
"En la empresa ya somos tres personas las que tenemos discapacidad. Ahora andamos en búsqueda de ocho personas. Para la empresa es muy importante esta apertura, este tipo de concientización".
 
-¿Los sueldos son los mismos que las personas convencionales?

-Los mismitos. Si uno tiene un puesto alto, tiene mejores ingresos. Pero depende de las aptitudes de cada persona
 
-¿Qué puestos son los que otorgan, o los que están ofertando?

-Tenemos de ayudante de chofer, para persona con discapacidad motriz. Hay algunos puestos en el almacén para personas con discapacidad visual...
 
-¿No es riesgoso?
 
-Es el mismo riesgo que para una persona convencional. No vamos a poner a una persona que no es apta en un sitio donde corre riesgo. Lo que hacemos es darles empleo, y que ellos nos demuestren que sí se puede.
 
A veces cuesta trabajo aceptar que la discapacidad no está en las personas que tienen males congénitos, sino en las personas que lo ven. Y es que Luis no es igual a los demás. Pero tampoco es diferente. Sólo es distinto.
 
EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA
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