Deportes
Pablo Hermoso y “El Zapata” comparten triunfo
Los toreros se repartieron cuatro orejas, en la corrida mixta celebrada ayer en la Monumental Plaza México
El también diestro mexicano Mario Aguilar, que tuvo destellos de calidad, se fue de vacío.
Ayer se logró la mejor entrada de la actual campaña, calculada en unas 35 mil personas, en tarde con ráfagas de viento que molestaron a los toreros.
Se lidiaron seis toros de Rancho Seco, dos para rejones, el primero con poca presencia y le faltó codicia para el caballo, y el cuarto ha sido bueno, pero no para la vuelta al ruedo en el arrastre que le concedió el juez Ricardo Banderas.
De los cuatro para la lidia ordinaria, el segundo fue bueno, cumplió el tercero, muy malo el quinto, con peligro y coladas peligrosas y terminó muy mal, y el sexto, que tampoco se entregó y se quedaba corto.
El navarro Hermoso de Mendoza fue recibido con entusiasmo. A su primer toro le faltó codicia para el caballo y en cambio la tenía para los engaños. Hizo cosas de calidad sobre todo cambios muy toreros con "Silveti" y "Caviar". Mató de rejón de muerte y descabello. Escuchó palmas.
Con el cuarto, que le ayudo más en su labor, ha sido brillante con "Chenel" e "Ícaro", con éste último haciendo cambios en corto terreno. Mató con un rejón trasero y un descabello. Petición de oreja y el juez le concedió dos. Al oír la protesta del público, el de Estella arrojó los trofeos y dio una vuelta al ruedo con mucha fuerza.
"El Zapata", con el segundo, estuvo muy torero, firme, haciendo las cosas bien pese a un viento imposible. Colocó en primer término un gran par de banderillas, que le obligaron a dar la vuelta al ruedo. Su faena fue de menos a más como el astado, y terminó dándole series de derechazos muy templadas. Mató de magnífica estocada y fue premiado con las dos orejas. Con el quinto, muy malo y peligroso, le buscó por todos lados pero imposible de hacer faena. Mató de estocada y hubo división de opiniones.
Aguilar está poco placeado, pero sigue mostrando destellos que hacen concebir grandes ilusiones. En su primero hizo, ganándole al viento, una faena interesante que no redondeó por pinchar cuatro veces antes de la estocada. Escuchó aplausos. En el sexto, que tampoco daba oportunidad, tuvo destellos y concluyó de pinchazo y estocada, ovación.
"El Zapata" salió en hombros.
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