Alcaldías acumulan más deuda y burocracia
Las presentes administraciones en la metrópoli pasaron de 29 mil 086 empleados a 31 mil 202. Aún puede crecer la nómina
A pesar de las promesas de campaña, de nueva cuenta las administraciones públicas de la zona metropolitana no pudieron reducir el gasto en la nómina ni las deudas. En el caso de la plantilla laboral, en 2015, los Ayuntamientos de Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque y Tlajomulco tenían una nómina de 29 mil 086 empleados, pero se incrementó a 31 mil 202 en este año. La partida para servicios personales ya tiene un costo al erario de 10 mil 512 millones de pesos en este 2018.
Si hacemos un comparativo entre el presupuesto total y el gasto en la nómina, destaca el Ayuntamiento de Tlaquepaque. Este año desembolsará mil 172 millones de pesos en la plantilla laboral, que representa 62% de su presupuesto. En otras palabras, seis de cada 10 pesos se van al pago de la burocracia. Es el porcentaje más alto en la metrópoli, mientras Zapopan registra el más bajo: 42.7%, que representan tres mil 250 millones para pagar los salarios de sus trabajadores.
Autoridades argumentan que el incremento en la plantilla es para las áreas operativas, como seguridad pública; sin embargo, los delitos del fuero común continúan incontrolables. El otro problema es que las plantillas no están reguladas por la Ley del Servicio Civil de Carrera, creada desde 2007 en Jalisco. No existe una profesionalización de servidores públicos en beneficio de la población porque todos incumplen con el ordenamiento.
Mientras el principal objetivo del servicio civil de carrera es la profesionalización de la burocracia, en la realidad sucede lo contrario porque, sin la preparación académica requerida, coordinadores y directores improvisados siguen cobrando en las nóminas de los Ayuntamientos.
Otro de los retos que enfrentarán los alcaldes que entrarán en funciones a partir de octubre próximo será el crecimiento de los pasivos a corto y largo plazos. En la metrópoli, al iniciar las administraciones en octubre de 2015 registraban pasivos totales por seis mil 904 millones de pesos; sin embargo, este año la cifra alcanzó los siete mil 349 millones de pesos. Aunque algunos Ayuntamientos argumentan que las deudas con bancos redujeron, el problema lo enfrentan en los pasivos a corto plazo.
A estos compromisos financieros se suman los laudos (demandas laborales), el déficit en los servicios públicos, así como los pasivos o la cartera vencida en el impuesto predial. Sobre este último tema, Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tlajomulco confirman que, entre los años 2010 y 2017, suman deudas de contribuyentes por 10 mil 171 millones de pesos (Tonalá no informa sobre este tema).
En menos de tres años, alcaldías contrataron a 2 mil 116 burócratas
Uno de los retos que enfrentarán los alcaldes que entran en funciones a partir de octubre es el crecimiento de las plantillas laborales, que consumen en todos los casos (con excepción de Zapopan) más de la mitad del presupuesto de los Ayuntamientos. Todos los alcaldes metropolitanos salientes incrementaron las contrataciones y los salarios para las nóminas.
En términos generales, entre los cinco Ayuntamientos más importantes de la metrópoli, el número de burócratas pasó de 29 mil 086 a 31 mil 202, lo que significa un incremento de dos mil 116 empleados más, mientras que el gasto en la nómina llegó, en conjunto, a los 10 mil 512 millones de pesos.
El Ayuntamiento de Tlajomulco registra el mayor crecimiento en la plantilla laboral en la metrópoli, aunque es el municipio con la mayor tasa de crecimiento poblacional, por lo que a diferencia de los otros Ayuntamientos, el alcalde Alberto Uribe fue el único que aseguró que la nómina debía seguir creciendo.
En octubre de 2015, la nómina registraba dos mil 953 empleados y este mes alcanzó cuatro mil 14 funcionarios públicos. Esto es mil 61 empleados más (36%).
En Guadalajara, mientras el corte al inicio de la administración de Enrique Alfaro arrojaba 11 mil 470 burócratas tapatíos, este año la nómina llegó a los 11 mil 923 empleados; esto es, 453 más.
De cara a los retos que enfrenta, el alcalde electo Ismael del Toro aseguró que emprenderá una reingeniería que reduzca las áreas innecesarias en la administración, “con el objetivo de que la plantilla que existe sea productiva y contribuya a que los servicios públicos sean eficientes para que los trámites sean ágiles”.
Tonalá también creció sus contrataciones de dos mil 469 a dos mil 905 empleados en el mismo lapso, aunque la Dirección de Administración y Desarrollo Humano ha señalado que se contrató más personal para fortalecer los servicios públicos, como médicos y policías, que es una de las áreas que más se ha fortalecido.
Mientras tanto, Zapopan incrementó 107 plazas desde 2015 para cerrar este año con ocho mil 248 servidores públicos. El tesorero Luis García Sotelo admitió que la nómina ha tenido un crecimiento en áreas prioritarias como la Policía, Protección Civil y Servicios Públicos; sin embargo, aseguró que al iniciar la administración el gasto en salarios representaba 56%, el cual disminuyó en 2018 a 44 por ciento.
“Estamos gastando menos en el aparato administrativo y más en inversión, obra pública y otras áreas. La nómina ha experimentado un incremento por el fortalecimiento de áreas prioritarias para la población”, señaló el funcionario, quien destacó que se han incorporado 400 policías.
Por otra parte, Tlaquepaque es el municipio con el menor incremento de su plantilla, al pasar de cuatro mil 53 a cuatro mil 112 burócratas.
Crece nómina en 3 mil 909 millones
Ante la obesidad de las plantillas laborales, una de las primeras acciones que emprenderían los alcaldes en 2015 sería el recorte en salarios y nóminas, pero los municipios aumentaron sus presupuestos para las partidas de servicios personales.
Los presidentes municipales de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco sostienen una nómina de 31 mil 202 burócratas en total, con un costo de 10 mil 512 millones de pesos; esto representa tres mil 909 millones de pesos más que lo erogado por ese concepto en 2015, cuando tomaron las riendas de las administraciones.
El Ayuntamiento de Tlaquepaque gastará este año mil 172 millones de pesos en la nómina, que representa 62% de su presupuesto. En el comparativo porcentual de la partida de servicios personales y el presupuesto total, es el que gasta más en su plantilla laboral.
Le sigue Tonalá, que prevé gastar 672.8 millones en salarios de dos mil 905 burócratas.
Después aparece Guadalajara con la mitad de su presupuesto destinado al pago de sus empleados, más de cuatro mil millones de pesos; mientras que Tlajomulco también incrementó el desembolso y este año llegó al 49% de su ejercicio presupuestal, con mil 132 millones.
El que menos presupuesto destina porcentualmente a la partida de servicios personales es Zapopan, con 42.7%, que representan tres mil 250 millones para pagar los salarios de su plantilla laboral.
El otro problema es que las plantillas no están reguladas por la Ley del Servicio Civil de Carrera, creada desde 2007 en Jalisco. No existe una profesionalización de servidores públicos en beneficio de la población porque todos incumplen con el ordenamiento.
Mientras que el principal objetivo del servicio civil de carrera es la profesionalización del servicio público, en la realidad sucede lo contrario porque, sin la preparación académica requerida, coordinadores y directores improvisados siguen cobrando en las nóminas de los Ayuntamientos de la metrópoli.
Deben buscar eficiencia gubernamental: CCIJ
Para Daniel Curiel, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, las administraciones municipales que entrarán en funciones en octubre tienen entre sus principales encomiendas llevar el manejo de sus finanzas con el principio de eficiencia gubernamental. “Se pueden eficientar muchas cosas, hay gente de más en los Ayuntamientos que no se liquida por el tema de los juicios, pero debería haber menos. En una empresa cuando tienes problemas de eficiencia haces recortes de personal para tener un producto accesible al mercado y como en los Ayuntamientos no pasa nada, lo que buscan es mayor presupuesto aunque no tengan eficiencia”.
Otra mala práctica es la basificación de funcionarios al término de las administraciones debido a los compromisos de los alcaldes salientes, “son cuotas políticas que no abonan en nada y todos los Ayuntamientos, sin excepción, podrían trabajar con menos gente”.
También sugiere a los próximos alcaldes no realizar inversiones innecesarias, como la pavimentación de calles o mantenimiento de jardines y banquetas, ya que pueden optar por la vía de la contratación o subrogación para que el Ayuntamiento pueda concentrarse en la supervisión de las necesidades municipales
El otro pendiente es la recuperación de la cartera vencida por el pago de predial, pues con excepción de Guadalajara y Zapopan, asegura que el resto no ha actualizado los valores ni el estatus de la propiedad y pagos correspondientes.
Respecto a las deudas, acentúa que para ponerse al corriente en sus pasivos los Ayuntamientos deben implementar políticas de eficiencia y ahorro para poder abonar al pago de intereses. Asimismo, señala que otro de los retos es la simplificación administrativa y homologación de trámites para abrir un negocio.
En seguridad lanzó un llamado para que se coordinen y persigan los delitos, como el robo en cajeros, restaurantes, negocios, transporte de carga, entre otras incidencias.
Que se aprieten el cinturón: Canaco
Uno de los mayores retos que enfrentan los alcaldes electos en la zona metropolitana es asumir la exigencia ciudadana de austeridad, por lo que Xavier Orendáin, presidente de la Canaco, asegura que los próximos ediles deben combatir la ineficiencia de la labor humana y eliminar los privilegios que se otorga la clase política.
De acuerdo con el empresario, mientras a nivel internacional el índice marca una relación de un funcionario público por cada ocho habitantes, en Zapopan y en Guadalajara se dispara, por lo que se debe buscar la eficiencia en la administración pública.
Para seguir esa ruta, asegura que la agenda metropolitana debe contemplar la implementación del servicio civil de carrera en todos los municipios, “significa crecimiento sostenido, racionalización de recursos, meritocracia, premiar a los que hagan bien su trabajo con la continuidad y que el puesto dependa de sus propios méritos, apoyamos ese planteamiento y estaremos velando porque se cumpla”.
En cuanto a los pasivos que arrastran las administraciones, les recomendó no gastar más del flujo que ingresa a las arcas municipales, “deben ser responsables con las finanzas porque un aumento en las tasas nos impacta a todos, se vuelve estratégico que cuiden la deuda a largo plazo y las calificaciones crediticias”.
Por último, el líder de la Canaco recordó que la inseguridad sigue siendo otro de los retos que deben atender a partir de la coordinación metropolitana en todos los niveles, la cual debe privilegiarse para resolver otras problemáticas como la provisión de servicios públicos, recolección de basura, inundaciones, baches e iluminación.
“También es muy importante la mejora regulatoria y homologar los reglamentos y trámites en la metrópoli, queremos trámites simplificados, transparentados y por supuesto digitalizados. Hacia allá deben ir los esfuerzos”.
Zapopan, Tlajomulco y Juanacatlán, los que más crecieron sus pasivos
A diferencia de los Ayuntamientos de Tlaquepaque, Tonalá e Ixtlahuacán de los Membrillos, que lograron reducir sus pasivos, entre octubre de 2015 y este año, las administraciones de Zapopan, Tlajomulco y Juanacatlán reportan el mayor incremento porcentual de los pasivos de corto y largo plazos.
La administración de Zapopan creció 24.6% sus adeudos y se ubica como el municipio con el mayor incremento porcentual en la Zona Metropolitana de Guadalajara, al pasar de mil 157 millones en octubre de 2015, a mil 891 millones, según el último corte publicado en mayo pasado.
Al respecto, el tesorero Luis García Sotelo defendió que los pasivos de corto plazo (895.7 millones) no pueden ser considerados como deuda, pues serán liquidados al finalizar la administración, “son instrumentos que se utilizan como los arrendamientos que se pagan mes a mes… su plazo terminará en septiembre”.
Aseguró que la próxima administración solo recibirá la deuda de largo plazo cercana a los 990 millones de pesos, “hemos disminuido la deuda en más de 150 millones, hemos logrado mejorar las calificaciones crediticias, y tenemos la mejor calificación en el Estado”.
De acuerdo con el tesorero, el Ayuntamiento no adquirió ningún empréstito de largo plazo en la administración de Pablo Lemus ya que sólo se recurrió a la figura del arrendamiento para la adquisición de patrullas, motocicletas, ambulancias, equipamiento y maquinaria que forma parte del patrimonio municipal.
Le sigue la administración de Alberto Uribe en Tlajomulco, que aumentó los pasivos en 23.3% desde el inicio de su gestión hasta mayo pasado, cuando se registró un adeudo de 442.4 millones.
Hasta noviembre pasado, este municipio se mantenía como el menos endeudado de la metrópoli; sin embargo, la Tesorería no descartó en aquel entonces la posibilidad de contratar más obligaciones financieras para atender el suministro de agua potable en diversas zonas del municipio.
En tercer lugar figura el Ayuntamiento de Juanacatlán, que aunque sostiene el menor pasivo en la ciudad, en los últimos tres años incrementó su adeudo de 27.9 millones a 31.3 millones, que se registran en el último corte publicado en diciembre pasado.
Por su parte, el Ayuntamiento de Guadalajara tuvo un aumento marginal de 1.8%, al pasar de dos mil 980 millones a tres mil 36 millones, en lo que va de la administración actual.
En contraste, los municipios de Ixtlahuacán, Tlaquepaque y Tonalá, son los únicos que registran una disminución de sus pasivos de corto y largo plazos.
Acumulan pasivos por 7 mil 349 millones
Ganar las elecciones fue la primera batalla que sortearon los alcaldes electos de la Zona Metropolitana de Guadalajara para llegar al poder. El reto ahora será gobernar y enfrentar los problemas financieros que no resolverán las actuales administraciones antes de octubre.
En caso de no reducir los pasivos en julio, agosto o septiembre, los futuros primeros ediles llegarán a los Ayuntamientos con deudas de corto y largo plazos por siete mil 349.7 millones de pesos (MDP) en los ocho municipios.
Una de las promesas de Ismael del Toro es darle continuidad al programa de Gobierno de su antecesor Enrique Alfaro, por lo que descarta la contratación de más deuda, ya que gobernará con el principio de austeridad (la mayor parte de los pasivos fue heredada por pasadas administraciones).
En Zapopan, Pablo Lemus repetirá en el cargo y, aunque en el trienio pasado llegó con la promesa de reducir los pasivos, al recibir la administración en 2015, el Gobierno arrastraba un adeudo de mil 157 millones de pesos, que aumentó a mil 891 millones, según el último estado financiero publicado por el municipio. Hay reducción en los pasivos con bancos, pero no a corto plazo.
En la lista sigue Tonalá, con una deuda de mil 119 millones de pesos; después aparece Tlaquepaque, en donde repetirá María Elena Limón, con 793.6 millones en pasivos, mientras que Salvador Zamora encontrará en Tlajomulco una deuda de 442.4 millones. En El Salto la situación es preocupante porque no informa el estado de sus pasivos: “La tesorería no informa resultados de la dictaminación de los estados financieros, ya que no se realizó ninguno durante el periodo de evaluación”, se excusa la Tesorería. El último estado financiero se publicó en diciembre de 2016.
“Tendremos un manejo austero y disciplinado”
De acuerdo con el tesorero de Zapopan, Luis García Sotelo, el compromiso de la próxima administración es hacer uso de herramientas financieras con un manejo responsable de las finanzas municipales, que no comprometan la sostenibilidad financiera de largo plazo.
“Tendremos un manejo austero y disciplinado, vamos a seguir disminuyendo el pasivo consolidado, no vamos a contratar deuda de largo plazo y es posible seguir utilizando herramientas como el arrendamiento que por obligaciones de ley tendrán que ser cubiertas antes de que acabe la siguiente administración”.
Destacó que se ha logrado reducir la deuda de largo plazo y hasta ahora sólo se tiene un acreedor, “había otro crédito con Banobras que ya pagamos”.
Aunque el monto de la deuda alcanza los 995 millones, asegura que representa un porcentaje mínimo del presupuesto municipal, por lo que las calificadoras reconocen un manejo responsable y sano de las finanzas públicas, “este municipio tiene menos deuda de la que recibió, las calificadoras y los reconocimientos nacionales sobre el manejo presupuestal dan cuenta de ello”.
Otro de los retos es recuperar la cartera vencida por concepto de predial que supera los dos mil millones de pesos, “es una cartera que está siendo depurada y hemos recuperado ya 450 millones, hemos disminuido en cinco puntos la evasión fiscal: encontramos una cartera en el predial de más del 30% y ahorita tenemos por debajo del 24%”.
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