La obra de Karla Betancourt no sólo cautiva por su estética y vibrante paleta de colores, sino también por la profundidad de los conceptos que aborda. Esta artista plástica, originaria de Jalisco, ha encontrado en el “Neo Pop Art” un lenguaje visual que le permite explorar y comunicar problemáticas actuales como la globalización, el consumismo, la industria y la hipersexualización. Con una carrera construida desde su infancia, un enfoque autodidacta y la influencia de mentores clave, Karla ha desarrollado un discurso artístico que combina observación, representación y comunicación como pilares fundamentales de su obra.Actualmente, su exposición “Los Consumidores. Retrato de una realidad contemporánea” se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí, consolidándose como una de las voces más reflexivas y críticas en el panorama del arte contemporáneo mexicano.La relación de Karla con el arte comenzó a temprana edad, cuando a los ocho años se unió al taller de los artistas plásticos jaliscienses Marcela Haro y Alberto Sepúlveda. Desde entonces, el arte se convirtió en una constante en su vida. “Siempre me impresionaron las imágenes a gran escala, como las del (Museo) Cabañas, y el impacto de colores y obras como las de (José Clemente) Orozco. No puedo señalar un momento específico en el que decidí ser artista; siempre lo fue. Poco a poco, esta pasión se convirtió en un camino profesional”, expresó Karla en entrevista con EL INFORMADOR.Aunque no siguió una formación académica formal, el aprendizaje con sus mentores le permitió desarrollar habilidades técnicas y conceptuales. “Mi proceso ha sido mayormente autodidacta, pero no descarto que eventualmente pase por las aulas. He trabajado con maestros que me ayudaron a entender la técnica, a construir un lenguaje y a profesionalizarme. También aprendí cómo hacer que mi arte sea autosustentable y cómo retribuir a la sociedad mediante exposiciones públicas”, añadió.Tras su exhibición en San Luis Potosí, que estará abierta durante seis meses, Karla planea traer “Los Consumidores” a Guadalajara y posiblemente a otros festivales. Además, ya trabaja en un nuevo proyecto con el título provisional de “Error de Data”, que explorará el impacto de la tecnología en nuestra organización emocional y social. Este proyecto está pensado para presentarse en 2026, después de un año completo de producción.“El tema de la tecnología y su influencia en nuestras vidas es algo que apenas comenzamos a entender. Creo que sus repercusiones se manifestarán más claramente en las próximas generaciones. Quiero abordar este tema desde un enfoque artístico, examinando cómo afecta nuestra percepción, nuestras relaciones y nuestro desarrollo emocional”, comentó Karla sobre su próximo reto creativo.En su exposición más reciente, “Los Consumidores. Retrato de una realidad contemporánea”, Karla profundiza en el fenómeno del consumo y su papel en la construcción de la sociedad actual. La muestra incluye pintura, escultura, obra gráfica, instalación y diseño sonoro, con óleos de gran formato como eje central.“Esta exposición es un acercamiento poético al consumo y a cómo lo hemos convertido en una especie de catedral moderna. Es un mito contemporáneo que todos alimentamos. Durante el recorrido, los espectadores se enfrentan a una contradicción constante: lo que ven es deseable y estridente, pero también invita a cuestionar nuestra relación con el consumo”, explicó Karla.La exposición aborda temas como la pérdida de prudencia y equilibrio en nuestra sociedad, la homogeneización de deseos y la insatisfacción generalizada. “Aunque vivimos en la época de mayor abundancia en la historia, hay una sensación persistente de vacío. Parece que las cosas ahora nos poseen a nosotros, y no al revés. Trabajamos para consumir, y esa inversión de prioridades está moldeando nuestra realidad”, reflexionó.La elección de Karla por el “Neo Pop Art” no fue fortuita. Tras reflexionar sobre los grandes problemas que enfrenta la sociedad actual, como la crisis ecológica, económica y emocional, identificó en esta corriente artística una herramienta poderosa para comunicar sus inquietudes. “Quise retratar estos problemas desde su raíz, que está en fenómenos como la globalización, el consumismo, la industria y la hipersexualización. Estas ideas, al analizarlas, se conectan directamente con el lenguaje visual que ofrece el Pop Art, especialmente en temas de publicidad y sociedad de consumo. El ‘Neo Pop Art’ es simplemente una actualización de ese discurso”, explicó la artista.La obra de Karla aborda estos conceptos con una estética deliberadamente saturada, vibrante y grandilocuente. “El propósito de mi arte es reflejar la intensidad y el impacto que estos temas tienen en nuestras vidas. Desde los colores hasta la escala de las piezas; todo está diseñado para provocar en el espectador una reacción que va más allá de la contemplación: quiero que se sientan abrumados y que eso los lleve a reflexionar”, señaló.Desde su exposición “La condición de la belleza” en el Museo de Arte Raúl Anguiano (MURA) en 2021, pasando por “Hiper” y “El Deseo”, Karla ha explorado diferentes ángulos de los mismos temas centrales. “Elegí conceptos como globalización, consumismo e industria, porque son infinitos en sus posibilidades. Cada uno de ellos está en constante transformación, lo que me permite abordarlos desde perspectivas siempre nuevas y actuales”, explicó.El trabajo de Karla Betancourt no sólo invita a admirar su destreza técnica y estética, sino que impulsa al espectador a cuestionar los valores y dinámicas de la sociedad contemporánea.PENSAMIENTO CRÍTICOKarla Betancourt es una joven artista que tiene muy claro el enfoque social con un pensamiento crítico agudo que expresa en su obra actual al generar con sus pinturas y esculturas una serie de conjeturas sobre los fenómenos que impactan nuestras vidas, para dar pie a la reflexión sobre lo que sucede en el entorno. Su trabajo gira principalmente en torno a tres conceptos claves: observación, representación y comunicación. Pertenece a una generación que rompe con los límites entre abstracción y figuración; además de carecer de prejuicios en utilizar todos los recursos históricos de la pintura sin distinción de escuelas y movimientos para mezclarlos con los de comunicación de masas con el objeto de la creación de producción artística. “Esto con la finalidad de que la obra en su totalidad tenga repercusión en la reflexión de nuestra contemporaneidad, su uso, objetivo y significado”, subraya.La ciencia y el arte, señala, son los dos alicientes que siempre van empujando a la sociedad y que vienen a ser reflejo de la revolución y el crecimiento que se registra dentro de ella.